Descubre cómo la cirugía micrográfica de Mohs se erige como un hito en la batalla contra el cáncer de piel, proporcionando avances quirúrgicos que revolucionan la precisión y efectividad en el tratamiento, marcando un nuevo estándar en la atención oncológica cutánea.
Desde el
Departamento de Dermatología de Clínica Las Condes, explican que, a nivel internacional, la
cirugía de Mohs es reconocida como el tratamiento de elección para gran parte de los cánceres de piel, especialmente aquellos localizados en áreas delicadas como el rostro.
Procedimiento
Para este procedimiento, el dermatólogo realiza un mapeo de la lesión mediante
dermatoscopia, estableciendo con mayor seguridad los límites del cáncer y minimizando el tejido sano extirpado. Posteriormente se
realiza extirpación de la lesión mediante capas, que se orientan y se mapean con precisión, y se examinan inmediatamente bajo un microscopio, permitiendo la correlación exacta entre el área afectada y los resultados microscópicos, ayudando al cirujano dirigirse específicamente a las áreas donde detectan las
células cancerosas residuales, extirpando solamente el tejido afectado, minimizando así la cantidad de tejido sano eliminado.
Este tipo de análisis de la muestra permite examinar prácticamente el 100% de los márgenes versus la biopsia rápida intraoperatoria convencional, que evalúa menos del 5%, por lo que la
cirugía de Mohs tiene tasas de curación extremadamente altas, superiores a otros procedimientos quirúrgicos para el cáncer de piel minimizando la eliminación de tejido sano circundante, minimizando las secuelas funcionales y estéticas.
Principales candidatos
La cirugía de Mohs se considera especialmente indicada para cánceres de piel de alto riesgo, como
carcinoma basocelular o de células escamosas ubicado en áreas críticas como la cara y otras zonas con una importancia estética y funcional significativa, con antecedentes personales de riesgo, como antecedentes de inmunosupresión o radioterapia previa, o con características histológicas de riesgo demostrado por una biopsia previa. También para pacientes que hayan experimentado la recurrencia un cáncer de piel que fue sometido a tratamientos anteriores. La cirugía de Mohs puede ser preferida cuando los márgenes del cáncer son difíciles de establecer o son tumores grandes, para evaluar microscópicamente cada margen y asegurar la eliminación completa.
¿Cuáles son los riesgos?
El equipo de dermatología de CLC detalla que la cirugía de Mohs es, en general,
segura y eficaz, con riesgos y posibles complicaciones que no difieren significativamente de otros procedimientos quirúrgicos. “Entre estas complicaciones se incluyen infecciones y hemorragias en el sitio de la cirugía, las cuales pueden reducirse mediante cuidados postoperatorios, evitando medicamentos que puedan aumentar el sangrado y el uso de profilaxis antibiótica, entre otras medidas. Aunque la cirugía de Mohs busca minimizar las secuelas estéticas, es posible que se desarrollen cicatrices visibles, cuya apariencia puede variar según factores quirúrgicos, individuales y la ubicación de la intervención. La ubicación y la extensión de la cirugía pueden provocar cambios temporales o permanentes en la sensación o función en la zona tratada. A pesar de las tasas extremadamente altas de curación asociadas con la cirugía de Mohs,
no se garantiza la eliminación del 100% de las células cancerosas, en casos raros, puede ocurrir recurrencia, lo que podría requerir tratamientos adicionales. Excepcionalmente, puede surgir una reacción alérgica a los medicamentos empleados durante la cirugía o al material de sutura. Por lo tanto, una evaluación preoperatoria exhaustiva es crucial para obtener antecedentes necesarios, disminuir el riesgo de complicaciones e informar sobre medidas prequirúrgicas destinadas a minimizar tales riesgos”.
¡Atento a las recomendaciones!
Los dermatólogos de Clínica Las Condes aconsejan que luego de la cirugía de Mohs, se debe cuidar la herida evitando mojar y realizar curaciones periódicas, y en algunos casos, profilaxis antibiótica, el uso de apósitos estériles puede ser recomendado para proteger la herida durante las etapas iniciales de la recuperación.
En cuanto a la actividad física, se sugiere
evitar esfuerzos intensos o ejercicio extenuante durante el periodo inicial para minimizar riesgos de sangrado o tensión en la herida. También se aconseja
evitar la exposición directa al sol en la zona tratada. Con relación a los medicamentos, se podría recomendar evitar aquellos que puedan aumentar el riesgo de sangrado, como la aspirina o anticoagulantes. Además, es importante establecer evaluaciones post operatorias para controlar la correcta evolución de la cicatriz y establecer recomendaciones específicas para mejorar la estética o establecer rehabilitación en caso de que la función pueda verse afectada.