Son anomalías del tamaño del cráneo que pueden ser congénitas o adquiridas en el período postnatal.
La
circunferencia craneana (CC) es un indicador que no sólo muestra el
tamaño del cráneo. Es una medición que se realiza durante la gestación de una guagua y también en cada control después del nacimiento. ¿Cuál es la razón? Es la forma de saber si tu hijo o hija está creciendo de acuerdo a lo que se espera para un niño sano de su edad y su raza.
“La micro y la macrocefalia son anomalías en el tamaño craneal de carácter congénito o adquirido. La microcefalia implica una circunferencia craneana (CC) menor de dos desviaciones estándar (DS) para edad, sexo y tiempo de gestación, mientras que la macrocefalia corresponde a una medición de CC mayor de dos DS para edad, sexo y tiempo de gestación”, explica la
doctora Eliana Rodillo, neuróloga infantil de Clínica Las Condes.
El crecimiento del cráneo está íntimamente relacionado con el crecimiento del cerebro. Si el cerebro deja de desarrollarse a un ritmo normal, por ejemplo, si crece menos tendrá una microcefalia y si crece más de lo esperado una macrocefalia, por eso es importante controlar la circunferencia craneana. Pero el tamaño del cerebro no es todo, “el tamaño del cráneo también está determinado por la
cantidad de líquido céfalo-raquídeo (LCR) y de sangre contenidos en la bóveda craneal y del grosor de los huesos”, indica la especialista.
Para que se produzca micro o macrocefalia existen muchos factores que pueden influir y algunas se pueden producir durante el embarazo o en el período post natal.
“Existen
Macrocefalias primarias, por aumento del tamaño y peso del cerebro, esto es debido a un mayor número o mayor tamaño de células nerviosas o macroencefalia. Dentro de ellas, se encuentra la macrocefalia familiar (constitucional) que es benigna y la hemimegalencefalia, que son de probable origen genético”, dice la doctora Rodillo. También existen síndromes genéticos que se asocian a macrocefalia como la acondroplasia y otras displasias óseas, neurofibromatosis, esclerosis tuberosa, cromosomopatías y síndromes de X-frágil, entre otros.
Las macrocefalias por aumento de líquido céfalo-raquídeo (LCR) corresponden a la
Hidrocefalia y al Espacio Subaracnoideo Complaciente. Otras causas de macrocefalia pueden estar relacionadas con el depósito de sustancias, la presencia de lesiones que ocupan espacio tales como tumores, colecciones, malformaciones vasculares intracerebrales y también por alteraciones óseas.
En la
microcefalia, en cambio, el deficiente crecimiento cerebral puede ser por una enfermedad cerebral primaria en la que el cerebro no completa su desarrollo embrionario normal, lo que puede ocurrir por factores genéticos o bien por efecto de patologías ambientales en etapa intrauterina, señala la neuróloga. “La microcefalia secundaria implica que el cerebro completó su desarrollo embrionario normal, pero por procesos intercurrentes como infecciones, hipoxia, isquemia, exposición a sustancias tóxicas, el cerebro sufrió una detención del crecimiento”, indica la doctora Rodillo.