¿Por qué se mide la cabeza?
Desde el momento en que nacen, a los niños se les controla el peso, la talla y el perímetro craneal. Esto último es fundamental ya que es una evaluación indirecta de cómo crece el cerebro.
Es un signo de alerta. Que las guaguas tengan una cabeza muy grande o muy pequeña es una característica que no se debe dejar pasar. Y si bien, en la mayoría de los casos son los padres quienes dan la primera alarma, la medición del perímetro craneal es parte de los exámenes rutinarios del control sano.
“En los bebés, el perímetro de la cabeza puede proporcionar datos sobre el desarrollo del cerebro. Si la cabeza es más grande o más pequeña que la de la mayoría de los niños, o el perímetro de la cabeza deja de aumentar o lo hace abruptamente, puede indicar algún problema. Por ejemplo, una cabeza inusualmente grande puede ser un signo de hidrocefalia, es decir, una acumulación de líquido dentro del cerebro; una de tamaño menor al de la media puede indicar que el cerebro no se está desarrollando adecuadamente o que ha dejado de crecer”, señala el neurocirujano de Clínica Las Condes, doctor Felipe Otayza.
CURVAS DE CRECIMIENTO
Desde el nacimiento hasta los 12 meses es la etapa de mayor crecimiento craneano. De esta manera, cuando el menor cumple un año ya tiene 80% del desarrollo craneal.
Luego va creciendo lentamente y lo que más va aumentando es el volumen de la cara. “Las curvas de crecimiento se toman según las pautas dadas por la OMS (Organización Mundial de la Salud). Se debe entender que, como toda curva, tiene rangos y variaciones. Lo aceptable es que se tenga hasta dos desviaciones hacia arriba o hacia abajo de la medida estándar. Si es más o menos, es importante investigar”, comenta el especialista.
HEREDITARIO
Cuando los niños están por sobre la curva en un nivel parejo, lo primero que se hace es observar a los padres, ya que muchas veces esta anomalía es algo familiar y no hay por qué preocuparse. En otras palabras, el menor es parte de una familia “cabezona”.
CUÁNDO PREOCUPARSE
El perímetro craneal se toma con una huincha de medir por sobre las orejas del niño. Si éste siempre ha estado dentro de los parámetros normales y de pronto se sale de la curva por un crecimiento brusco, es sospechoso.
Igualmente si se queda estancado. “Si el pediatra considera que hay alteraciones, lo más probable es que derive al paciente a un neurocirujano o a un neurólogo. Los especialistas se preocuparán de hacer un examen físico más dirigido y estudios de imágenes complementarios, lo que en CLC se realiza con equipos de imágenes y de laboratorio de última generación, obteniendo diagnósticos y tratamientos certeros”.
CRECIMIENTO DEL CRÁNEO POR SOBRE LA CURVA
- Hidrocefalia: aumento del líquido craneal por sobre lo normal.
- Tumores cerebrales.
- Hemorragias cerebrales.
- Enfermedades genéticas que se pueden manifestar en un aumento del tamaño del cráneo.
CRECIMIENTO DEL CRÁNEO POR DEBAJO DE LA CURVA
- Desnutrición.
- Enfermedades degenerativas del cerebro.
- Craneosinostosis: las suturas del cráneo se cierran antes de tiempo.
¿Qué es?
Microcefalia: El cerebro se desarrolla por debajo de los niveles esperados. Es habitual que se diagnostique antes del nacimiento, en las ecografías de control del embarazo. Lamentablemente es una afección que no tiene cura. El tratamiento existente está destinado a maximizar las capacidades del niño y su independencia para desenvolverse vitalmente.
Macrocefalia: Al contrario de lo que sucede con la microcefalia, la cabeza del niño presenta un tamaño excesivo comparativamente con el cuerpo; puede deberse a diferentes causas de muy diferentes tratamientos.
Hidrocefalia: Trastorno cerebral que ocurre cuando se acumula líquido cefalorraquídeo dentro del cráneo. Si no se trata, puede provocar lesiones cerebrales, pérdida de capacidades mentales, físicas, e incluso la muerte. No obstante, si se diagnostica pronto y se trata oportunamente, la mayoría de los niños se recuperan bien.