No hay que esperar hasta el último día para pedirles que se acuesten más temprano.
Llegó marzo y con ello el
regreso a las clases, una rutina que no es fácil para los niños, luego de varias semanas en que podían acostarse tarde.
Por ello, es que lo ideal es comenzar a acostumbrarlos a los
horarios, de
sueño y comida, con al menos dos semanas de anticipación, además de limitar el uso de pantallas, de televisor o
smartphones, antes de dormir.
“Lo ideal es no esperar hasta el último día para empezar la rutina, lo ideal es dos semanas antes. Se recomienda levantarlos más temprano para que se acuesten más temprano”, sostiene la doctora
Viviana Herskovic, psiquiatra de Clínica Las Condes.
Es mala idea seguir con la rutina de las vacaciones, de ver televisión o jugar Play Station hasta tarde, sino que hay que comenzar a regular los horarios en que tienen permiso para estar expuestos a pantallas.
Hay algunas actividades que tiene sentido limitarlas y otras no, dice la especialista. Las
actividades saludables, como salir a andar en bicicleta, jugar en la piscina, salir a jugar con los amigos, por ejemplo, se pueden aprovechar hasta último momento, pero el uso de pantallas debe limitarse a dos o tres horas antes de acostarse. “Yo recomendaría limitarlas, porque todas las pantallas son estimulantes para el cerebro y nos dificultan quedarnos dormidos”, señala la psiquiatra.
En cuanto a las
horas que los niños necesitan dormir, la especialista indica que depende de la edad, pues mientras más pequeños más horas requieren, aunque también depende del niño. “En edad escolar,
hasta los 10 años, necesitan dormir entre
10 y 12 horas, cuando son adolescentes, entre 8 y 10 horas. En general, eso es lo más importante, dormir bien”, enfatiza.
Para lograr una buena calidad de sueño, sugiere realizar actividades tranquilas antes de dormir, sin pantallas, ni ejercicio. “Puede ser comer juntos en familia, bañarse, leer”, indica.