¿Le pongo zapatos?
Al estar en permanente evolución, el pie de los niños requiere algunos cuidados especiales para un crecimiento sano.
Hay que considerar que el pie es un órgano musculado y, por lo tanto, el movimiento y la carga favorecen su desarrollo. El concepto de zapatos formativos es un mito, ya que está demostrado que el uso de zapatos rígidos y bien armados atentan contra el desarrollo de la musculatura de los pies. Es recién a los 5 años cuando los pies de los niños alcanzan un desarrollo más completo, por lo que durante todo el período previo es importante generar las condiciones para que el pie se forme adecuadamente.
En este sentido, en una primera etapa la planta de los pies es plana ya que no se ha desarrollado el arco plantar y en su lugar existe una capa de grasa. Otra característica de los primeros años es la gran movilidad que tienen los niños en sus pies, debido a que sus ligamentos y articulaciones son muy flexibles y, con frecuencia, se aprecia que el talón se inclina hacia fuera. En relación a lo anterior, el calzado infantil debe favorecer ese desarrollo físico y motor de los niños, además de permitirles realizar con comodidad las actividades propias de cada etapa.
El mejor para cada niño • De 0 a 6 meses: a esta edad no se requiere el uso de zapatos.
• Para el gateo: una vez que los niños se ponen a gatear, comienzan también a tratar de ponerse de pie, por lo que se recomiendan zapatos que protejan las puntas de los dedos y la planta de los pies sin quitarles libertad de movimiento. El ideal es que no tengan costuras internas muy gruesas, para que no lastimen su piel.
• Para empezar a caminar: la marcha descalza sobre superficies irregulares favorece el desarrollo muscular del pie y la formación de la bóveda plantar. La arena de la plata o el pasto son ideales para dejarlos que caminen a "pies pelados". A la hora de ponerle zapatos, estos deben ser livianos, flexibles, de forma más o menos cuadrangular y las suelas debes ser antideslizantes. Los zaparos que mejor cumplen con estas características son las zapatillas. Debe entenderse que finalmente el zapato es un protector contra el ambiente (frío, calor, cuerpos extraños, etcétera) y no un dispositivo que "forma" el pie.
Siempre probarlos antes
El ideal es siempre llevar a los niños a probarse los zapatos antes de comprárselos, y llevar un calcetín de grosor similar al que utilizarán con ellos puestos. No todas las tallas son iguales en todas las marcas, y no todos los modelos sirven para los niños.
Para tener en cuenta:
Es preferible que los zapatos con mucho uso no se hereden entre hermanos, porque en ocasiones vienen con las deformaciones propias de la pisada de quien los utilizó primero.
¿Cómo saber si le quedan bien?
Una forma sencilla para saber si es la talla exacta, es obteniendo una plantilla: dibujar la silueta del pie del niño en un cartón o un plástico, luego recortarlo disminuyendo el ancho de la silueta (Sacar aproximadamente 1,5 centímetros por el lado de afuera, manteniendo la distancia entre el talón y la punta del dedo gordo). Esa plantilla se pone dentro del zapato y debe poder desplazarse entre 6 a 7 mm de atrás a adelante, dando el espacio adecuado para el pie.
Medidas estándar de tallas de zapatos, según la edad:
N°18: 6-8 meses
N°19: 8-10 meses
N°20: 10-12 meses
N°21: 18-24 meses
N°22: 24-36 meses
N°23: + de 3 años
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