La recomendación es que el proceso comience desde pequeños, incorporando conceptos sobre su cuerpo.
Los cambios de la pubertad y cómo hablar sobre ello con los niños, es un tema que inquieta a muchos padres, también a quienes tienen hijos con Síndrome de Down.
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La doctora Carolina Pastene, ginecóloga infantil y del adolescente de Clínica Las Condes, indica que a estos padres les preocupa conocer cómo será el desarrollo puberal de los chicos, y en especial en el caso de las mujeres con síndrome de Down, debido a la menstruación, que a veces solicitan retrasar o que no se presente.
¿Pero cómo hablar con ellos sobre sexualidad?
“Mi recomendación es a tiempo y a destiempo”, señala la especialista. “El ideal es incorporar los conceptos básicos de
sexualidad desde los primeros años de vida, que
conozcan las partes del cuerpo con sus nombres correctos, para durante la pubertad poder enseñarles las funciones de los órganos reproductivos,
que se eduque sobre los conceptos de lo privado y lo público, con estas bases, tenemos el 80% de la educación sexual aprendida”, sostiene la doctora Pastene.
Luego se trabaja sobre los
conceptos de autocuidado y para desarrollar su autonomía en estas habilidades (lavado de dientes, limpiarse solos cuando van al baño, etc.), educar sobre la masturbación, la interacción con otros y cuáles son los límites de contacto cuando se trata a desconocidos, para después seguir con el manejo de las parejas e incorporar la
prevención del abuso sexual, tanto en la vida real como a través de internet, agrega.
“No existen diferencias en el desarrollo puberal, se inicia a la misma edad que la población general, de hecho, la menstruación en promedio es a los 12años 4 meses y con ciclos de 28 días y 5 días de duración, sin reportes de más molestias que las adolescentes de la comunidad”, indica la doctora.
Las chicas tienen un riesgo del 50% de transmitir el síndrome de Down a su descendencia si su pareja no tiene la condición, mientras los chicos presentan una
oligozoospermia (semen de baja calidad) y sólo hay 4 casos de paternidad demostrada, reportada en la literatura científica.
Las jóvenes con síndrome de Down generalmente en su vida de adultas cuentan con menos visitas al
ginecólogo para control del Papanicolau, motivo por el cual es
recomendable la vacuna contra el papiloma.