Es probablemente una de las principales causas de dolor defecatorio tanto en niños como adultos.
Según los coloproctólogos de Clínica Las Condes, la
fisura anal es probablemente la causa más común de consulta en la coloproctología. Corresponde a una herida en la parte distal del canal anal. Su localización es generalmente en la línea media posterior, y en un quinto de los casos en la línea media anterior.
Las fisuras anales pueden ser
agudas o crónicas, diferenciación basada tanto en el tiempo de evolución (mayor o menor de 4 a 6 semanas), como en sus características locales (profundidad, presencia de hemorroide centinela, papila anal hipertrófica, sostienen.
Se presenta generalmente con
dolor anal, el cual se inicia al momento de pasar la deposición por el ano y puede persistir por varias horas posterior a la defecación.
Entre las explicaciones más aceptadas es que el pasaje de deposiciones voluminosas y sólidas serían factores iniciadores de este cuadro. “Una de las razones por la cual la fisura se mantiene en el tiempo es la de falla de llegada de sangre oxigenada a la zona, asociada al aumento de presión anal”, dice.
Si la fisura no se ubica en la línea media y/o es indolora, debe hacer sospechar otro tipo de patologías, como la
enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, tuberculosis, sífilis, HIV y leucemias, entre otras, enfatizan los médicos.
Tratamiento de la fisura anal
Su tratamiento inicial incluye medidas generales como dieta en base a aumento de la
fibra en la dieta, explicitando la necesidad de ingerir una
cantidad de líquido adecuada,
baños de asiento con agua caliente (disminuye el espasmo muscular y actúa como analgésico local) y bloqueadores de los canales de calcio, como crema o gel nifedipino y toxina botulínica, entre otras.
El tratamiento con medidas generales logra una curación en sólo el 34% de los pacientes, mientras el uso de medicamentos específicos, tales como los bloqueadores de los canales de calcio entre el 50% y 60%, pero puede reaparecer hasta en el 50% de los casos.
La
cirugía está indicada en los pacientes que no responden a tratamiento médico y en aquellos que el cuadro de dolor es intratable con las medidas habituales. Este último grupo puede requerir una cirugía de urgencia, dice los especialistas.
Cabe mencionar que el tratamiento quirúrgico tiene un porcentaje de curación cercano al 90%.