¿Cuáles son los cuidados que debe tener un niño con Diabetes Mellitus tipo 1? Aquí te entregamos las principales recomendaciones de los especialistas.
La mayoría de los casos de
diabetes corresponden a casos de
Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2), pero hay un pequeño porcentaje de personas en los que la diabetes se presenta cuando son todavía niños. Esta es la
Diabetes Mellitus tipo 1, más conocida como
diabetes juvenil o insulinodependiente. Sin embargo, aunque poco frecuente, esta enfermedad está aumentando.
La
doctora Vivian Gallardo, diabetóloga infantil, señala que no está clara la causa del aumento de la incidencia de la diabetes infantil. Lo que se postula es que está relacionada al igual que las alergias y otras enfermedades autoinmunes con la mejor calidad de vida y la poca exposición a infecciones en la etapa temprana de la infancia.
¿Cuándo sospechar que un niño tiene diabetes?
Los síntomas clásicos de la diabetes son los mismos que en los adultos: polidipsia o
exceso de sed, poliuria o
exceso de orina, polifagia o
exceso de hambre acompañado de baja de peso.
Estos primeros síntomas suelen estar presentes entre dos y cuatro semanas antes de que haya compromiso del estado general,
dolor abdominal, vómitos y deshidratación, que son los motivos de consulta más frecuentes.
Cuando esta enfermedad se diagnostica, si el tratamiento se sigue de manera adecuada, el menor puede hacer una vida completamente normal.
“El tratamiento de la diabetes infantil se basa sustituir la hormona que el páncreas no produce, que es la insulina”, señala la especialista. El niño con diabetes puede hacer una
vida absolutamente normal, teniendo la precaución de
medir su glicemia capilar antes de cada comida para inyectarse insulina según sus niveles de glicemia y según lo que vaya a comer. Además, debe tener una
alimentación saludable evitando principalmente el exceso de carbohidratos.
No se puede olvidar la
actividad física. Esta favorece un mejor control de la diabetes, pero si ésta es más intensa o prolongada de lo habitual, también se debe controlar la glicemia, ya que hay mayor riesgo de hipoglicemias (bajas de azúcar). En este caso se debe inyectar menos insulina o comer una colación extra.