La otitis externa es una patología común en la época estival, sin embargo, con las precauciones necesarias es posible prevenirla.
Los baños en
piscina,
playas y
lagos son el panorama perfecto para sortear las altas temperaturas, sin embargo, esta conducta también es propicia para estar expuestos a diferentes organismos que pueden causar patologías como la
otitis externa u
oído de nadador.
La
otitis es la
inflamación de alguna de las partes del
oído, causada generalmente por una
infección. En el caso de la
otitis externa, que es típica del verano, el
Dr. Andrés Ortega, otorrinolaringólogo de CLC explica que, “las
otitis de verano se refieren a aquellas que
afectan la porción externa del oído, es decir, el conducto auditivo externo y/o pabellón auricular, normalmente producidas por el
exceso de humedad en la zona, que puede asociarse a la
suciedad del oído que favorece la
proliferación de hongos y/o
bacterias”.
Además, el especialista detalla que la
acumulación de agua y humedad en el canal auditivo causa picazón y cuando el paciente manipula el oído al rascarse puede ocasionar pequeñas heridas o fisuras en donde las bacterias pueden ingresar con mayor facilidad, causando esta patología.
Si bien no es una enfermedad grave, esta si puede causar grandes molestias en quienes la padecen, sobre todo en los más pequeños, ya que produce los siguientes síntomas:
- Dolor de oído, que a veces es muy intenso.
- Sensación de oído tapado.
- Supuración (secreción amarillenta o verdosa purulenta o con mal olor).
Ante la presencia de estos síntomas se debe consultar a un especialista en el área para realizar el diagnóstico e indicar el tratamiento más adecuado, que consiste por lo general en
aseo y limpieza de la zona, uso de
antinflamatorios y
antibióticos locales en gotas o de aplicación oral, llegando incluso a requerir de corticoides orales o inyectables en aquellos casos más agudos.
¿Cómo prevenirlas?
El Dr. Ortega indica que esta patología es prevenible mediante un simple paso:
una correcta higiene del oído, ya que, si está aseado, sin presencia de cerumen y evitando su auto manipulación, disminuyen considerablemente las posibilidades de desarrollar otitis externa.
Además, el especialista comparte los siguientes consejos para prevenir su aparición:
- Aseo permanente del oído con el otorrino.
- No mojar el oído para evitar la humedad que favorece la proliferación bacteriana.
- Uso de tapones.
- No bañarse en aguas contaminadas.
- No manipular el oído para intentar destaparlo y limpiarlo.
- Uso de gotas para el oído.
- Secar bien los oídos al salir del agua.