Conoce cuáles son las actividades que causan el mayor número de consultas traumatológicas en la época estival y cómo prevenirlas.
Durante el verano, las personas suelen cambiar las
actividades deportivas que realizan en función al lugar en donde buscan pasar sus vacaciones. Panoramas que muchas veces se planifican sin el conocimiento previo de la actividad, lo que trae consigo un aumento de
lesiones durante el periodo estival.
En este sentido, el
equipo de Traumatología CLC, explica que, “en estas fechas la actividad cambia, por ejemplo, durante el año una de las lesiones más comunes es a causa de la realización de
deportes en ligas amateur. Por otro lado, en Chile se practica mucho
senderismo y en esta época aumentan las consultas por
lesiones a causa de esta u otras actividades al aire libre”.
Las
lesiones más comunes suelen ser
lesiones traumáticas por
sobrecarga, que generalmente ocurren por realizar un
exceso de actividad física al que no se está habituado; lesiones, esguinces y fracturas múltiples, y también de tipo muscular causadas al realizar deportes acuáticos y no tener una técnica adecuada.
¿Cómo prevenirlas?
Las recomendaciones para prevenir los diferentes tipos de lesiones en verano son:
- No sobreexigirse realizando actividades para las que no se está preparado. Se debe ir aumentando la intensidad de forma gradual.
- Al realizar senderismo o trekking, se recomienda utilizar calzado e implementos adecuados a la actividad.
- En el mar o la piscina, no realizar clavados ni cualquier acción de riesgo.
¿Cuándo consultar al especialista?
Como lo indica el equipo, “todo tipo de
dolor que se presente posterior a la actividad y que no ceda luego de 2 o 3 días, necesitará de una consulta médica en donde se determine cuál es el tratamiento adecuado”.
¿Qué hacer ante una lesión?
La recomendación es que, si la
lesión es de una magnitud que no le permita a la persona moverse o apoyar la zona, deben tomarse las siguientes acciones mientras llega el apoyo del personal de salud o se dirigen al servicio de urgencias más cercano:
- El primer paso es inmovilizar la zona afectada, sin comprimirla, esto ayuda a controlar el dolor y evita que se agrave la lesión.
- No intentar otras maniobras que puedan agravar la situación.
- En caso de sangrado profuso, comprimir la zona para evitar la pérdida de sangre y en casos más graves realizar un torniquete.