Exceso de grasa corporal: factor de riesgo para el cáncer

Según un estudio realizado por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile en 2013, uno de cada cinco cánceres en el país está vinculado a la obesidad.


Comida saludable evita el cáncer

Apenas el 10% de los cánceres tiene como origen algún factor genético. La gran mayoría de ellos tiene como causa agentes externos y ambientales, como el tabaquismo, la exposición a ciertos químicos y la obesidad. Esta última se caracteriza por un incremento de la masa grasa corporal, que se traduce en un aumento del peso y del Índice de Masa Corporal (IMC). La masa grasa, que se acumula en distintas partes del cuerpo, secreta hormonas y proteínas que pueden llegar a estimular el crecimiento y la reproducción celular y, con ello, aumentan el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer.

La doctora Claudia Villagrán, nutrióloga de Clínica Las Condes, explica que “la masa grasa produce hormonas como el estrógeno, que promueve el crecimiento celular”. Así, “a mayor cantidad de grasa, mayor será la concentración de estrógeno y más alta la probabilidad de aparición de un cáncer”.

El aumento de la concentración de esta hormona específica se ha asociado con el riesgo de cáncer de mama y endometrio. En cuanto a las proteínas que secreta la grasa acumulada, éstas pueden inducir un estado de inflamación permanente junto a una resistencia a la insulina que, a su vez, produce un incremento en la presencia de la insulina. Ambas son promotoras del crecimiento y la reproducción celular.

El lugar donde se acumula la grasa también está relacionado con mayor o menor riesgo. “Distintos estudios han demostrado que la grasa que se acumula en la zona abdominal es más dañina que la que se deposita en caderas y piernas, porque es más activa en la producción de estos factores que inducen la división celular. A mayor división celular hay mayor oportunidad de que se desarrolle un cáncer”, explica esta especialista.

En esos términos, son muchos los cánceres que están relacionados con la obesidad. “Se ha encontrado, por ejemplo, que el exceso de grasa acumulada tiene vinculación con el cáncer de esófago, páncreas, colon y recto, mama (posmenopausia), endometrio, riñón, tiroides, vesícula biliar, ovario y próstata”, indica la doctora Villagrán.

¿Cómo afecta la grasa en la aparición de cáncer?

¿Cuánto kilos se deben bajar?

Sin importar el tiempo que una persona lleve con los kilos de más, si baja el peso, se reduce la cantidad de grasa acumulada, reduciendo la secreción de sustancias que están produciendo el riesgo de desarrollar cáncer, “por eso es favorable que quienes tienen sobrepeso u obesidad disminuyan su peso”, dice la nutrióloga.

Cabe mencionar que no hay una cifra determinada en kilos, pero un estudio realizado en Estados Unidos concluye que si cada adulto reduce un 1% su Índice de Masa Corporal (IMC), lo que significa bajar 1 kg en un adulto de peso promedio, se podría prevenir el aumento de casos de cáncer y se podrían evitar cerca de cien mil casos de cánceres nuevos hacia el año del 2030, agrega la especialista.

Prevención

No existe ningún alimento o componente de ellos que por sí mismo ayude a prevenir el cáncer, pero hay fuerte evidencia científica de que una dieta sana, balanceada y diversa ayuda a prevenirlo. “Son un conjunto de medidas. Se recomienda que la dieta sea equilibrada, variada, abundante en vegetales y frutas, granos enteros, semillas y fibra, con ello podría disminuir el riesgo de desarrollar algunos tipos de cáncer”, aclara la doctora Villagrán.

“La evidencia sugiere que es el efecto sinérgico de sustancias como vitaminas, minerales y fitoquímicos, incorporados dentro de la dieta, lo que produciría una protección contra esta enfermedad”, agrega.

Sí se recomienda evitar algunos alimentos. Hay que disminuir las carnes rojas, de cualquier origen, vacuno, cerdo, el que sea, y evitar las carnes procesadas, por ejemplo con algunos productos químicos. Los alimentos preparados o congelados también se deberían reducir y aumentar las preparaciones frescas.

Además, se recomienda no ingerir los alimentos que incidan en el aumento de peso: bebidas con azúcar, frituras y alimentos muy ricos en calorías. “En general, se debe evitar consumir alimentos con un alto índice glucémico, porque esto aumenta la secreción de insulina. Esta es una recomendación especialmente para las personas que tienen sobrepeso, obesidad y aquellas que presentan algún antecedente de problemas de insulina entre sus familiares, ya sea diabetes o resistencia a la insulina”, dice la doctora Villagrán.

Por eso, a la hora de la prevención hay que tener un estilo de vida sano: una dieta equilibrada, diversa, con verduras de todos los colores, frutas, granos, rica en fibra, para mantener un peso estable; evitar el exceso de sal y limitar la ingesta de alcohol, “lo recomendado es máximo dos copas de vino al día en el hombre y una en la mujer, si es que acostumbra a beber alcohol, pero si no es así no se recomienda que lo haga”, refiere la nutrióloga.

A lo anterior hay que agregar actividad física, “ojalá a diario o como mínimo cinco veces a la semana” durante 30 minutos por día en forma regular. No es necesario hacer un deporte intenso o salir a correr, recalca la especialista. “Se puede hacer una caminata activa, o salir a andar en bicicleta, según las posibilidades de cada uno. Si tiene la condición física puede salir a correr. Si no, sólo camine”, señala la doctora Villagrán. El tabaco, por supuesto, está absolutamente prohibido si lo que quiere es prevenir cualquier tipo de cáncer.

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