Cualquiera puede desarrollar cáncer. Si bien los actuales fumadores y aquellos que hayan dejado de fumar tienen mayor riesgo, existe un porcentaje de personas que fuman y no tendrán cáncer de pulmón y otras que nunca han fumado y lo padecerán. Esto se puede explicar a través de una serie de mecanismos complejos que incluyen los factores genéticos y la exposición a carcinógenos, las que aún se encuentran en desarrollo.
Existen otros factores que también aumentan el riesgo de cáncer de pulmón como son el contacto con arsénico, asbesto, tener historia familiar de cáncer de pulmón, otras enfermedades pulmonares y tabaquismo pasivo.