Llegó la hora de reparar la piel tras semanas de exposición solar y el contacto con directo con sal del mar y el cloro de las piscinas.
Tras el verano
la piel del cuerpo y, sobre todo,
la de la cara puede tener rastros de lo que fueron las vacaciones.
Según explica la
dermatóloga de Clínica Las Condes, María Luisa Sáenz de Santa María, “la piel después del verano se ve deshidratada, muchas veces más manchada y esto es principalmente por efecto del sol”. Además, “
el calor, la transpiración, la sal de mar, el cloro de la piscina producen sobre todo pérdida de la humedad de la piel”, señala.
¿Cómo recuperarla? “La piel se debe recuperar diariamente con un
adecuado aseo facial,
uso de productos que contengan vitaminas y antioxidantes para nutrir la piel, aplicación de cremas humectantes específicas para cada tipo de piel según la edad y sobre todo, la protección solar”, señala esta especialista
No hay que olvidar que la radiación ultravioleta proveniente del sol está presente en invierno y verano y nada tiene que ver con la temperatura ni la luminosidad.
En días más templados y nublado, los rayos ultra violeta también afectan nuestra piel.
“La radiación ultravioleta provoca fotoenvejecimiento, aparición de manchas y arrugas y, a largo plazo, por efecto acumulativo, puede provocar
cáncer de piel. Es por esto que l
as medidas foto protectoras deben mantenerse durante todo el año”, insiste esta especialista.
El
protector solar debe utilizarse todo el año y en toda la piel expuesta al aire libre, idealmente con FPS sobre 30.