Cada vez es más común que niños y adultos presenten constipación. Esta situación -al no ser tratada a tiempo- puede producir prolongados malestares como dolor de cabeza, hinchazón abdominal, fatiga, cansancio y hasta cambios de carácter.
El estreñimiento o el no ir al baño en forma regular, se ha convertido en uno de los problemas más comunes de nuestros tiempos debido al tipo de vida que llevamos. La mala alimentación, el sedentarismo y la falta de líquidos, son algunos de los hábitos que provocan dificultad para defecar y que, muchas veces, puede estar acompañada de gran dolor. “Otra de las causas más frecuentes de constipación es el colon irritable o síndrome de intestino irritable. Esta, además, se puede alternar con crisis de diarrea”, señalan los especialistas de Clínica Las Condes.
En los niños, prácticas como el abuso de comida chatarra, el estrés causado por crisis familiares, las tensiones escolares, el desorden en los horarios alimenticios y los malos hábitos también son factores que inciden. Sin embargo, en los menores, uno de los principales motivos es el miedo asociado a alguna experiencia previa de dolor. Para ellos, esta situación puede llegar a ser tan traumática que evitan ir al baño y, con esto, las deposiciones se tornan de mayor volumen y consistencia generándose un círculo vicioso de miedo y temor.
“Empecé a notar que Lourdes -de 6 años- no iba frecuentemente al baño, estaba irritable y no quería ir a lugares públicos. Me empecé a preocupar y decidí llevarla al pediatra para que la examinara. Sin embargo, no encontró nada anormal, sólo un poco dura su guatita, por lo que me recomendó una dieta especial. La seguí observando ya que el cambio en su carácter era cada vez mayor, hasta que un día la encontré llorando y transpirando en el baño. Lourdes tenía serios problemas para defecar y su dolor llegaba a tal extremo que le tenía terror a esta situación”, señala su madre, Pilar.
De inmediato llevó a su hija al gastroenterólogo donde le diagnosticaron estreñimiento. Así comenzó un largo tratamiento que incluyó un cambio radical en la dieta -prohibiéndole ciertos alimentos como queso, chocolate o plátano- y un aumento en la cantidad de fibras, frutas y verduras en las comidas. Esto le dio excelentes resultados, asociado también al uso de ablandadores de las deposiciones.
“Por lo general, el estreñimiento en los niños en edad escolar se debe a que en su dieta cotidiana no se incluye suficiente agua ni fibra y existe un abuso de alimentos ricos en grasas. Además, muchas veces los niños evitan ir al baño, aunque tengan ganas, para no interrumpir un juego o, en algunos casos, porque al vivir esta experiencia sienten mucho dolor y no son capaces de explicar lo que les sucede”, comenta el gastroenterólogo infantil de CLC, Sergio Ceresa. Por esta razón, es muy importante observarlos, conversar con ellos y preocuparse de darles una dieta balanceada que les evite este sufrimiento.
Problemas de grandes
En el caso de los adultos, las causales de estreñimiento pueden ser la ansiedad, ciertos medicamentos, exceso de bebidas con alcohol o cafeína, poco ejercicio, abuso de laxantes y cambios de hábitos, entre otros. En cuanto a este último factor, el caso de Bárbara es un buen ejemplo: cada vez que se iba de viaje, comenzaban los inconvenientes.
En su última experiencia estuvo más de dos semanas con mucha dificultad para defecar lo que le provocó importantes malestares que le impidieron hacer bien su trabajo en el extranjero. Al llegar a Chile decidió ir a un especialista para buscar una solución. Ese mismo día se enteró que sufría de estreñimiento y que éste era causado -principalmente- por los cambios de hábitos que debía asumir y por una negación frecuente -y muchas veces inconsciente- de usar baños ajenos. “Comencé un tratamiento que, entre otras cosas, incluye llevar linaza cada vez que viajo. Me tomo dos cucharadas en el desayuno y esto me ayuda a tener una mejor digestión. Además, al cambiar mi dieta, me he evitado pasar malos ratos”, comenta Bárbara.
Los adultos mayores padecen un promedio de cinco veces más problemas de constipación que los más jóvenes. Además de los factores antes mencionados, existe la llamada constipación imaginaria. Esta se debe, principalmente, a que la gente considera que no va al baño la cantidad suficiente de veces. En las personas mayores también incide el poco interés que, muchas veces, demuestran por comer o tomar líquidos y el estar mucho en cama.
Dentro del estreñimiento, existen dos tipos: el agudo que es el que puede aparecer en cualquier persona por cambios en los hábitos normales y que es también el que padecen algunas mujeres embarazadas, adultos mayores y niños, por lo general, después de un cuadro febril o luego del uso de antiespasmódicos. Y el crónico, que es el más complicado ya que persiste por meses e incluso años, produciendo constantes malestares como hinchazón abdominal, insomnio, decaimiento físico, dolor de espalda, etcétera, y que puede llegar a causar serias enfermedades como dilatación del colon, obstrucción del intestino (por la acumulación de deposiciones) y lesiones anorectales como fisuras y hemorroides.
Es importante que sepamos que la frecuencia con que se va al baño varía mucho entre una persona y otra, por lo que no existe un patrón que defina qué es “normal” o no. Casi todos alguna vez padecemos estreñimiento y, en la mayoría de los casos, dura un período corto. Por esta razón, es importante saber cómo prevenirlo.