Habitualmente se considera que un niño camina “chueco” cuando las puntas de sus pies apuntan hacia adentro (marcha convergente) o hacia fuera (marcha divergente): motivo de consulta muy frecuente.
Causas
Al momento del examen físico, el médico realiza un conjunto de pruebas para determinar el origen del problema, dejando entre las causas:
- Pies: En niños pequeños, menores de 2 años, el pie puede estar curvado hacia adentro. Esto se conoce como Metatarso Varo y se caracteriza porque el borde externo del pie es curvo, y no recto. En la mayoría de los casos, esta condición se resuelve espontáneamente, sin necesidad de tratamiento. En otras ocasiones, pueden ser necesarios el uso de zapatos de horma recta.
Para los casos muy severos, pueden utilizarse yesos correctores, seguidos del uso de calzado de horma recta.
- Piernas: En niños entre 3 y 6 años, la principal causa de convergencia es la Torsión tibial interna. Esto es normal en esta etapa de la vida, y a medida que el hueso crece, rota hacia fuera. Por ello, en la mayoría de los casos, no es necesario ningún tratamiento. Cuando la torsión de la tibia externa y el niño camina con las puntas hacia fuera, el médico deberá controlar periódicamente al paciente, pues esta condición generalmente no mejora con el tiempo.
- Caderas: La causa más frecuente de convergencia en mayores de 6 años es la torsión aumentada del cuello de fémur, lo que determina que les sea más cómodo caminar con las puntas hacia adentro, y a veces les lleve a tropezarse. Habitualmente no requiere tratamiento, y suele mejorar con el crecimiento. Sólo en casos extremos, en que la calidad de vida del paciente está afectada, puede indicarse una cirugía para realinear la extremidad.
Cabe destacar que rara vez se indica algún tratamiento para estas alteraciones rotacionales de las extremidades. Sólo los casos más severos pueden ser tratados mediante cirugía, con el propósito de mejorar la calidad de vida de los pacientes, y de permitirles participar en las actividades normales para su edad. No es aconsejable realizar estas cirugías con fines netamente estéticos.
Mitos
- Plantillas: No sirven para corregir estas alteraciones de la rotación de las extremidades.
- Colocar los zapatos al revés: Es una práctica muy común, pero muy incómoda para los niños que caminan. Se reserva sólo para los casos de Metatarso varo en niños que aún no caminan. No tienen ninguna utilidad cuando el origen de la deformidad está en la pierna o en las caderas.
- Correas derrotadoras: Su utilidad no ha sido comprobada, y provocan gran incomodidad en los niños, impidiendo que participen en deportes y juegos. No recomendamos su uso.