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Embarazo

Molestias durante el embarazo

Durante el embarazo surgen una serie de molestias que son muy naturales. Algunas de ellas se pueden prevenir, o al menos, disminuir. En esta sección te contaremos cuáles son las más comunes y cómo puedes evitarlas.

Falta de ánimo y sueño

No es extraño sentir ganas de dormir todo el día y a horas inesperadas. No te alarmes, es muy natural durante el embarazo, especialmente en los primeros meses. Como no existe un tratamiento específico, se recomienda mucho descanso y, por lo menos, ocho horas de sueño. Si es posible, duerme siesta, eso te ayudará a sentirte mejor. Es recomendable que ésta sea corta, para no interferir en lograr un sueño profundo durante la noche.

Molestias en las mamas

Durante el embarazo, las mamas se preparan para la lactancia y por eso comienzan a crecer. Se sienten más tensos y sensibles. Las hormonas son las responsables en una primera instancia del crecimiento de las mamas, donde también se puede observar la red venosa de Haller, que está conformada por vasos sanguíneos que recorren la mama y acaban en el pezón. Se ven como venas verdosas o azuladas mucho más anchas, sobre todo a partir de los 7 meses de gestación. Luego se oscurece la aréola y se engruesa la piel del pezón que, al final del embarazo, elimina calostro: líquido amarillo, previo a la leche.

Estitiquez

La estitiquez es un problema común en la mujer y obedece a malos hábitos alimenticios. Durante el embarazo, este problema aumenta debido a los cambios hormonales que provocan una relajación de la musculatura lisa intestinal y la compresión del intestino por el útero en crecimiento. Para prevenir esta situación, se aconseja comer abundantes verduras con alto contenido en fibras y frutas con cáscara. Se debe aumentar el consumo de líquidos durante el día, lo ideal son dos litros. Si te molesta, no debes automedicarte con laxantes. De ser necesarios, te los debe recomendar el médico.

Náuseas y vómitos

Quizás son las molestias más comunes de la embarazada, especialmente en los primeros meses. La posible causa de los vómitos es la brusca aparición de las hormonas propias del embarazo.

Algunas veces, los vómitos son tan intensos y frecuentes que pueden llevar a una baja de peso y deshidratación. Si esto ocurre, es necesario consultar al médico que te dará el tratamiento específico.

Una forma de evitar estas molestias es comer alimentos blandos y de fácil digestión, en pocas cantidades y varias veces al día. Debes evitar comer condimentos y frituras. El ayuno aumenta las náuseas.

Acidez

Otra molestia digestiva que tienen las pacientes durante el tercer trimestre es la acidez. Generalmente se siente un ardor en la boca del estómago o que algo les quema a nivel del tórax y que tienen mucha sensación de plenitud gástrica. La recomendación es que la dieta sea fraccionada (varias veces al día y en porciones pequeñas), evitar aliños, las comidas ricas en grasa, comer por lo menos dos horas antes de acostarse, nunca comer acostada, dormir semi sentada y, por último, que la ingestión de líquidos se realice entre las comidas, no con ellas, para no distender tanto el estómago.

Várices y hemorroides

El motivo de las várices se debe a que el útero, al crecer, impide la libre circulación de la sangre que viene de las piernas hacia el corazón. Esto provoca la dilatación de las venas y las várices.

No es de extrañar que aparezcan por primera vez durante el embarazo, y si estaban presentes, pueden hacerse más notorias, provocando calambres o retención de líquido en las piernas.

Para prevenir su aparición, se recomienda evitar el aumento exagerado de peso, practicar ejercicios adecuados y no permanecer muchas horas de pie.

Las hemorroides se producen por el mismo mecanismo que las várices y pueden provocar muchas molestias. La estitiquez contribuye a la aparición de las hemorroides, por eso, es mejor evitarla.

Si aparece dolor anal o sangramiento, debes consultar a tu médico de inmediato.

Estrías

Las estrías son las enemigas número uno de la piel de la embaraza, ya que si aparecen es imposible erradicarlas. Estas se producen por una distensión exagerada de la piel en ciertas zonas y los aumentos bruscos de peso facilitan su aparición, preferentemente en la parte baja del abdomen y caderas, también en las mamas.

Una forma de evitarlas es no subir excesivamente de peso y mantener la piel bien hidratada durante todo el día con cremas especialmente diseñadas para ello. También es importante consumir mayor cantidad de líquido mientras avanza el embarazo.

Retención de líquido

La más habitual, sobre todo en verano, es la retención de líquido que se ve acentuada en el último período del embarazo. La retención o edema se da, por lo general, en manos, piernas, tobillos o pies. Normalmente se manifiesta en las tardes y es un mecanismo de compensación que tiene el organismo para guardar líquido para el momento del parto y la lactancia.

Para prevenir, es recomendable usar ropa que no sea apretada, zapatos cómodos y que tengan taco medio o bajo. Cuando estén sentadas, colocar los pies en alto. En el caso de que estén en el trabajo, se recomienda tener una tarima de 25 a 30 centímetros con el fin de que los pies estén en alto.

Al momento de reposar, también se deben poner los pies en alto y, cuando es muy molesto, está permitido que les hagan drenajes linfáticos de las extremidades.

Aumento en la frecuencia urinaria

El aumento de la frecuencia urinaria es otra de las incomodidades que aparecen en el tercer trimestre. Se produce el deseo de orinar por la compresión de la vejiga causada por el crecimiento uterino y el encajamiento del feto. Así, las embarazadas van con más frecuencia al baño, tanto en el día como en la noche, pero orinan volúmenes más pequeños. Mientras no les produzca dolor, no tenga mal olor y ninguna otra señal, está dentro de lo normal.

Dolor de espalda

Para compensar el peso que produce el crecimiento del útero, la embarazada echa los hombros hacia atrás para mantener el equilibrio. Esta posición curva la columna vertebral y produce cansancio y dolores en la espalda, especialmente en las tardes. Para prevenir estas molestias, evita usar taco alto. También prefiere un medio taco de base ancha (tacones de 5 cm) y realiza ejercicios para reforzar la musculatura de la espalda.

Calambres

Para evitar la aparición de los molestos calambres, se recomienda aumentar el consumo de lácteos y vegetales, descansar con los pies en alto, usar medias elásticas y controlar el aumento de peso excesivo.

Pubalgia

Es una afección común entre los deportistas, sin embargo, también afecta a algunas embarazadas provocando dolor de los huesos y articulaciones del pubis. El cuadro es una molestia bastante común, ya que se estima que el 20% de las embarazadas puedan presentar algún grado de dolor pélvico durante la gestación y, de éstas, el 5% lo padece en forma severa y hasta inhabilitante.

Para superar las molestias, es recomendable tomar descansos más frecuentes, evitar levantar pesos debido a que ésta acción puede agravar el problema, sentarse para vestirse, no sentarse con las piernas cruzadas, dormir sobre un lado y con una almohada entre las piernas y procurar tener un índice corporal adecuado antes de embarazarse nuevamente.

Flujo vaginal

El flujo vaginal aumenta durante el embarazo debido a una mayor secreción mucosa que viene del cuello uterino. Cuando éste es muy abundante o se acompaña de molestias o picazón, puede significar que existe una infección, puedes significar que existe alguna infección que debe ser tratada. Cualquier cambio en las características del flujo vaginal, ya sea en cantidad o aspecto, deberá ser puesto en conocimiento del médico. Nunca te automediques o realices lavados vaginales sin consultar con el médico.

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