Falla en el encajamiento fetal: el temor de quienes quieren un parto normal
Hacia el octavo mes de embarazo, la guagua empieza a asomarse al canal del parto, introduciendo su cabeza y metiéndose en la pelvis. Esto es lo que comúnmente se conoce como encajamiento.
Esta dase ocurre en las últimas semanas del embarazo, normalmente no antes de las semanas 33 y 34, aunque puede no ocurrir hasta que empiece el trabajo de parto. ¿Qué pasa si no ocurre?
Es un temor común entre las futuras madres, dice el doctor Andrés Pons, ginecólogo de Clínica Las Condes. "Si durante el trabajo de parto, el bebé no se encaja o tiene la cabeza muy alta en relación con la pelvis, es porque o es muy grande para esa pelvis, o las contracciones uterinas no son lo suficientemente intensas para provocar su encajamiento", explica.
Eso puede modificarse con alguna práctica obstétrica, pero ya dejaría de ser un parto natural puro, ya que había intervención. "Se pueden tomar medidas para ver si el encajamiento ocurre y puede seguir siendo un parto vaginal, si no ocurre se puede hacer cesárea. Pero no hay que no poner nerviosa, porque los tiempos son distintos de persona a persona, a veces hay que darse el tiempo para que ocurra", indica.
El doctor Felipe González, ginecólogo y parte del equipo de partos naturales de Clínica Las Condes, dice que hay que confiar en que el cuerpo es sabio y el proceso se desarrolle sin intervención. "Si has trabajado para un parto natural, lo más probable es que se encaje. Tienes que buscar un equipo que te acompañe adecuadamente, te empodere, confiar en que el equipo hará lo posible porque sea natural, pero si implica riesgo, hay que confiar en que el equipo tomará las mejores condiciones para el encajamiento o decidir otra vía de parto", indica.
El doctor Pons agrega que el trabajo de parto es un proceso y el encajamiento no tiene que estresar. "Ese trabajo de parto va a ser monitorizado, evaluado si puede seguir un curso normal, pero si por alguna razón, materna o fetal, se requiere cesárea se puede hacer en cualquier minuto. En la clínica estamos preparados. Existen otras herramientas que generalmente tratamos de no usar, como los fórceps, pero en ocasiones muy limitadas es fundamental para evitar algún tipo de riesgo innecesario. Es una herramienta que bien usada no tiene mayor riesgo", enfatiza el especialista.
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