Mi Clínica
 

Si desea crear su cuenta de acceso debe dirigirse a cualquier módulo de informaciones para solicitar su clave. En caso de no tenerla, puede pedirla aquí

 
 
logo clc
  logo clc
Embarazo

Trastornos de la conducta alimentaria y embarazo

Para tratar un trastorno de la conducta alimentaria se requiere un equipo multidisciplinario que, en general, incluye psicólogos, psiquiatras y nutriólogos, pero cuando la paciente es una embarazada, la incorporación del ginecólogo hace la diferencia.
 
“El ginecólogo tiene que estar súper atento, de manera de estar controlando muy detalladamente todos los síntomas. Como son enfermedades que, en general, son ocultas -la paciente bulímica no va a contar que vomita, porque lo considera normal, que es parte de su vida, o la anoréxica considera que tener bajo peso es algo súper normal-, no lo cuentan. Es aquí cuando el doctor muchas veces no tiene la explicación de por qué la guagüita está con dificultades o con bajo peso”, indica la psicóloga María Ignacia Bürr, especialista en trastornos alimentarios del Centro de Nutrición y Bariátrica de Clínica Las Condes.

Por otro lado, la especialista indica que “trabajar con el ginecólogo es fundamental para que esté chequeando la alimentación de la madre y el desarrollo fetal. Además, se trabaja con el equipo multidisciplinario habitual, que es un psiquiatra, un nutriólogo y la psicóloga, en ese caso somos cuatro especialistas abordando a la paciente”, agrega.
 
La madre con un trastorno de la conducta alimentaria puede padecer:
 
 
  • Desnutrición

 
  • Anemia
  • Falta de calcio en los huesos
  • Baja producción de leche materna
  • Alteraciones hormonales
  • Pérdida excesiva del cabello
  • Piel seca, agrietada y deshidratada
  • Problemas para crear vínculos afectivos con la guagua durante el período de lactancia
 
 

Tratamientos

 

Los objetivos del tratamiento general para los trastornos alimentarios son:
 
  • Lograr la recuperación del peso, la rehabilitación nutricional y la normalización de hábitos alimentarios saludables.
  • Corregir las secuelas biológicas y psicológicas de la mala alimentación.
  • Disminuir la sintomatología ansiosa, depresiva, los pensamientos obsesivos y la ideación autolítica.
  • Lograr la reestructuración psicológica, dirigido a mantener el peso y hábitos alimentarios saludables conseguidos (psicoeducación, aumentar motivación al cambio, reestructuración cognitiva sobre comida, peso e imagen corporal, disminuir perfeccionismo, mejorar autoestima, habilidades sociales, dinámicas familiares, prevención de recaídas).
¿Qué ocurre con el tratamiento de un trastorno de la conducta alimentaria en el embarazo?
 
El tratamiento de un trastorno de la conducta alimentaria, como la anorexia, bulimia o el trastorno por atracón, puede incluir medicamentos psiquiátricos, por lo que, cuando una paciente está o se va a embarazar, hay que tomar ciertas precauciones.
 
La psicóloga María Ignacia Bürr indica que muchas de estas pacientes tienen el trastorno previo al embarazo, por lo que toman algunos fármacos cuyo impacto hay que evaluar previo al embarazo. “Tienen que saber que mucha de la medicación psiquiátrica durante el embarazo va a tener que suspenderse, entonces siempre se les dice: ‘si te vas a embarazar tienes que contarnos rápido, porque tenemos que ver qué vamos a hacer con tus remedios’”, dice.
 
La idea es tomar todas las medidas preventivas, para poder dejarlas con algunos remedios que no tengan contraindicación con el embarazo, “porque si no, todo el trabajo que ha hecho previo y que ha logrado que se sienta bien, en el momento de quitar los medicamentos se desajusta”, indica.
 
Una forma de prevenir estos desajustes es considerar el embarazo como una crisis vital, “y los trastornos de la conducta alimentaria, en el momento de las crisis vitales, tienden a volver a gatillarse”, dice la psicóloga.
 
“Uno lo hace con las pacientes adultas, en el momento en que te casas, en el momento en que tienes una hija(o), te cambias de trabajo, que tienes una pérdida. Estos son momentos vitales en que ya sabes que el trastorno está en riesgo, por lo tanto, tienen que estar mucho más cuidadosas en comer como tienen que comer, en hacer el ejercicio que tienen que hacer y probablemente estar siempre acompañada de su terapeuta habitual, tomando los fármacos que hay que tomar”, agrega.
  Vista 2953 veces