Problemas de sueño en los adolescentes: biología y hábitos
06 de abril, 2017
·Adolescentes
Hormona del sueño se retrasa en esta etapa de la vida.
Los escolares chilenos duermen poco. De acuerdo a una investigación realizada hace cuatro años en más de 50 países por el Centro de Estudios Internacionales Timms y Pirls del Boston College, los menores chilenos están entre los ocho países en que más escolares y adolescente sufren privación de sueño. Según este informe, el 63% de estudiantes de 4° año básico y el 74% en 8° básico duermen menos de lo que está indicado para su edad y actividad.
La doctora Francesca Solari, neuróloga de la infancia y adolescencia de Clínica Las Condes, explica que la privación de sueño afecta a toda la familia, no solo los menores y se explica por el actual ritmo de vida que se lleva sobre todo en las ciudades grandes donde los tiempos de traslado son largos y las obligaciones del trabajo y la casa son difíciles de conciliar. Como los adultos se duermen tarde, de alguna manera naturalizan el que los hijos también se vayan tarde a la cama, dice la especialista.
En el caso específico de los adolescentes, la doctora Solari dice que entre los menores que llegan a la consulta del neurólogo los problemas de sueño son frecuentes. Existe una combinación biológica y de hábitos que incrementa las dificultades de sueño en ellos. “En ellos, el peak de melatonina (hormona que regula los ciclos de sueño) se produce más tarde, alrededor de dos horas después.
Por lo que si antes a las 21.00 ya tenían sueño, ahora es después de las 23.00. Además, con la jornada escolar completa llegan más tarde del colegio, deben hacer tareas, preparar las cosas para el otro día y comer. Al final, sólo después de las diez de la noche terminan sus actividades y recién entonces tienen más tiempo para conectarse y hablar con sus amigos”, señala la neuróloga.
“ Los adolescentes ahora también tienen tiempos de traslado más largos, igual que los adultos y eso también influye. Se tienen que levantar más temprano para ir al colegio y llegan más tarde a la casa”, insiste la doctora Solari.
Mejorar esta situación implica cambios de hábitos de toda la familia: como todos se duermen tarde, adultos y menores deben modificar la rutina para intentar irse a la cama más temprano.