El cáncer de pulmón se produce cuando las células pulmonares crecen y se multiplican sin control, dañando el tejido circundante e interfiriendo en la función normal del pulmón.
Los síntomas del cáncer de pulmón varían de una persona a otra, sin embargo, entre las principales comprenden: tos que no desaparece y empeora con el tiempo, dolor torácico constante o dolor en el brazo y el hombro, expectoración con sangre, dificultad respiratoria, sibilancias o ronquera, episodios repetidos de neumonía o bronquitis, hinchazón del cuello y la cara, pérdida de apetito y peso, cansancio y acropaquias (dedos en palillos de tambor).
Muchos de estos síntomas no son cáncer, pero, en caso de observar uno o más de ellos durante más de dos semanas, consulte al médico.