Datos básicos para el uso de la insulina
El cuerpo de un niño con diabetes no produce insulina y es por eso que debe recibir inyecciones de esta hormona.
Los objetivos del tratamiento en los más pequeños es alcanzar un crecimiento normal, evitar los síntomas, prevenir las complicaciones y llevar una vida igual que los niños de la misma edad.
Para eso, es importante conocer en qué consiste la administración de la insulina y cuáles son los datos básicos para su correcto uso.
Para no olvidar
- La insulina se mide en unidades internacionales. Los viales contienen 100 UI por 1ml. Para inyectar esta insulina se necesitan jeringas graduadas para 100 unidades o 50 unidades.
- Cada ampolla o lápiz de insulina lleva impresa la fecha de vencimiento.
- Si la insulina rápida se vuelve turbia o se forman grumos, no debe inyectarse.
- Siempre hay que tener insulina de reserva en el refrigerador. Deben guardarse en la tercera bandeja y nunca en el congelador porque entonces pierde su efecto.
- El frasco que está en uso puede mantenerse a la temperatura ambiente siempre que ésta sea menor de 20 - 24°, máximo por 30 días.
- Si la insulina que se va a administrar se encuentra en el refrigerador, debe calentarla previamente entre las manos sin agitarla. La insulina fría duele más y se absorbe peor.
- Una vez abierto el frasco dura 1 mes.
- En el caso de viajar, evitar la exposición al frío o al calor excesivo. El frasco de insulina se debe llevar en un termo o caja aislante.
- Glargina o Lantus no se puede mezclar con ninguna insulina y debe administrarse separadamente.