Algunas hernias inguinales no tienen causa aparente. Otros se producen como resultado de:
- Aumento de la presión dentro del abdomen.
- Un punto débil preexistente en la pared abdominal.
- Una combinación de aumento de la presión dentro del abdomen y un punto débil preexistente en la pared abdominal.
- Esfuerzo crónico durante la defecación o la micción.
- Levantar objetos pesados en forma inadecuada.
- Líquido en el abdomen (ascitis).
- El embarazo.
- Sobrepeso.
- Tos crónica o estornudar.
En muchas personas, la debilidad de la pared abdominal que conduce a una hernia inguinal ocurre al nacer cuando el revestimiento del abdomen (peritoneo) no se cierra correctamente. Otras hernias inguinales se desarrollan más tarde en la vida cuando los músculos se debilitan o se deterioran debido a factores tales como la edad, la actividad física extenuante o tos que acompaña a fumar.
En los hombres, el punto débil por lo general se produce en el canal inguinal, donde el cordón espermático entra en el escroto. En las mujeres, el canal inguinal lleva un ligamento que ayuda a mantener el útero en su lugar.