No se puede evitar el defecto congénito que te hace susceptible a una hernia inguinal. Sin embargo, puedes hacer cosas para reducir la tensión en los músculos abdominales. Por ejemplo:
- Mantén un peso saludable. Habla con tu médico acerca del mejor plan de ejercicio y dieta.
- Hacer hincapié en los alimentos ricos en fibra. Frutas, verduras y cereales integrales contienen fibra que puede ayudar a prevenir el estreñimiento y el esfuerzo defecatorio.
- Levantar objetos pesados con cuidado o evitar hacerlo. Si tienes que levantar algo pesado, entonces siempre dobla de las rodillas, no tu cintura.
- Deja de fumar. Además de su papel en muchas enfermedades graves, el fumar a menudo causa una tos crónica que puede provocar o agravar una hernia inguinal.
¿Qué puede suceder si una hernia no es tratada?
Con excepción de las hernias umbilicales en los recién nacidos, las hernias no desaparecerán por sí solas. Con el tiempo, una hernia puede crecer de tamaño y producir más dolor y complicaciones, eventualmente muy graves.
Las complicaciones de una hernia inguinal sin tratar pueden incluir:
- Obstrucción (encarcelamiento): parte del intestino se queda atrapado en el conducto inguinal, causando náuseas, vómitos, dolor de estómago, y un bulto doloroso en la ingle.
- Estrangulamiento: parte del intestino queda atrapado de una forma que corta el suministro de sangre. En tales casos, la cirugía de emergencia es necesaria para prevenir la muerte de los tejidos.