Cuidados de la piel en el Recién nacido
La piel del recién nacido es extremadamente frágil, especialmente en los prematuros y por lo tanto necesitan de un cuidado especial.
Los cuidados deben enfocarse en los siguientes puntos:
- Humectar y lubricar la piel. Se sabe que el 65% de los recién nacidos experimentan algún grado de descamación normal de su piel, durante el primer mes de vida y que ésta es más intensa en aquellos que nacen después de las 40 semanas. Se recomienda el uso de vaselina para mejorar la hidratación, reducir la descamación y formación de fisuras o heridas y evitar el exceso de jabón o uso de esponjas en la piel.
- Prevenir daños físicos en la piel. Se debe evitar la aplicación de telas adhesivas en la piel, ya que su remoción brusca puede desprender parte de ella. La aplicación de alcohol en zonas extensas puede producir quemaduras químicas y los calienta cama pueden favorecer quemaduras térmicas. Medicamentos y otras sustancias químicas aplicadas en la piel, se pueden absorber rápidamente, ya que es altamente permeable y producir intoxicaciones sistémicas, por ejemplo: algunos jabones, colorantes o anilinas y yodo, entre otros.
- Mantener estable su temperatura. Los recién nacidos pierden mucho calor a través de su piel y tienen una mala regulación de su temperatura corporal, por lo tanto es necesario mantenerlo en un ambiente con temperatura y humedad adecuadas.
- Reducir los riesgos de infección. La piel de los prematuros no tiene una buena función de barrera contra los microorganismos, los cuales pueden penetrarla fácilmente, por lo cual es fundamental el lavado de manos antes de tocarlos.
El cordón umbilical debe limpiarse en forma diaria con un cotonito con alcohol de 70º, hasta que se desprenda espontáneamente. Para prevenir infecciones por hongos en la zona del pañal, es necesario el cambio frecuente del pañal, aseo con agua tibia y jabón suave y mantener esta área lo más seca posible.