La rodilla está compuesta por 3 segmentos y, cada uno de ellos, puede sufrir un trauma que genere una disrupción de la continuidad del hueso, lo que se conoce como fractura. Estos son:
Fractura de platillos tibiales
Los platillos tibiales corresponden al segmento superior de la tibia, la que interactúa con el fémur para conformar la rodilla. Reciben toda la carga del cuerpo al momento de caminar y al estar de pie, por lo que cumplen un rol muy importante en las actividades de la vida diaria.
¿Cómo se presentan las fracturas en los platillos tibiales? Las fracturas se producen por una torsión de la rodilla en varo o valgo (hacia los lados), usualmente en accidentes de alta energía en pacientes jóvenes, o caídas en pacientes mayores con mala densidad del hueso (osteoporosis).
Una vez que existe la fractura, el paciente presenta gran dolor, y es incapaz de apoyar la extremidad.
Su diagnóstico es posible mediante una radiografía de rodilla, y con el complemento de un escáner (TAC) para evaluar fragmentos que no se observen en la radiografía y/o para planificar el mejor tratamiento.
Tratamiento conservador
En los casos en que el desplazamiento de los fragmentos fracturados es mínimo, y no tengan hundimiento de la superficie articular, el tratamiento puede ser conservador, mediante el uso de un inmovilizador de rodilla y/o una órtesis articulada de rodilla, sin cargar la extremidad por alrededor de 6 semanas.
Tratamiento complejo
En caso de fracturas desplazadas o más complejas, el tratamiento es cirugía, mediante la reducción de los fragmentos en su posición y la fijación con placas metálicas y tornillos.
A veces es necesario realizar una fijación transitoria mediante un fijador externo, y realizar la fijación definitiva 7 a 15 días después.
Fractura de fémur distal
El segmento inferior o “distal” del fémur -que es parte de la rodilla- está compuesto por la metáfisis distal y los cóndilos femorales. Este segmento interactúa con los platillos tibiales para lograr la flexión y extensión de la rodilla, y se apoya sobre estos durante la marcha. También interactúa con la rótula, funcionando ambos como una polea que permite extender la rodilla.
¿Cómo se producen las fracturas del fémur distal? Son menos frecuentes y se presentan, generalmente, en pacientes jóvenes con accidentes de alta energía, o en pacientes mayores con hueso osteoporótico.
Al igual que los pacientes con fractura de platillos tibiales, existe imposibilidad de apoyar la extremidad. Además, puede existir movilidad patológica en el segmento de la fractura y deformidad.
Tratamiento
Salvo escasas ocasiones, todo paciente deberá ser sometido a cirugía con el objetivo de restaurar la posición de los fragmentos óseos y lograr estabilidad. Se realiza mediante la utilización de placas y tornillos, o de un clavo endomedular.
Fractura de rótula
La rótula es un hueso sesamoideo que se encuentra en la parte anterior de la rodilla. Articula con el fémur para lograr un mecanismo de polea, mediante la contracción del cuádriceps logra extender la rodilla. Por arriba se inserta el tendón del cuádriceps y por abajo el tendón rotuliano.
¿Cómo se produce la fractura de la rótula? Las fracturas de rótula se pueden presentar con un golpe directo con la rodilla flectada, por ejemplo, al caer de rodillas contra el suelo, o con un mecanismo indirecto al realizar una “contracción excéntrica del cuádriceps”, por ejemplo, al frenar bruscamente con la rodilla semiflectada.
Se presentan con dolor en la parte anterior de la rodilla, y con dificultad o imposibilidad para extender la pierna y para elevar la pierna extendida. Su diagnóstico a veces es evidente, pero se confirma con una radiografía de rodilla.
Tratamiento conservador
El tratamiento conservador estaría reservado para aquellos pacientes que presentan una fractura no desplazada y que presenten el mecanismo extensor de la rodilla conservado, es decir, puedan elevar la pierna extendida. El tratamiento consiste en la utilización de un inmovilizador de rodilla, con apoyo completo de la extremidad. Luego de 2 a 4 semanas inicia kinesioterapia progresiva para lograr recuperar el rango articular y la fuerza muscular.
Tratamiento con cirugía
En los casos en que existe compromiso del mecanismo extensor y/o desplazamiento de la fractura, se realiza una cirugía abierta con fijación de los fragmentos mediante tornillos o agujas metálicas y un asa de alambre, permitiendo movilidad inmediata de la rodilla.