Embarazo semana a semana: así crece tu hijo
La primera foto de tu hijo es, sin duda, la ecografía. Por medio de este examen podrás ver, escuchar y sentir a tu guagua, sus movimientos acuáticos y el latido de su corazón. ¿Cómo va creciendo el embarazo semana a semana?
Así es tu embarazo semana a semana
Embarazo de 1 semana:
En la primera semana de embarazo el óvulo fecundado desciende por las trompas de Falopio hasta llegar al útero. Este será su refugio durante los próximos 9 meses. En esta etapa puede que aún no te enteres de que estás acompañada, pero pronto empezarán las señales.
Embarazo de 3 semanas:
¿Tienes la sospecha de que estás embarazada? Si es así, el óvulo fecundado ya está creciendo e instalándose en la pared de tu útero. A pesar del poco tiempo, el corazón de tu hijo es un grupo de células musculares y diminutas que ya se está formando.
Embarazo de 4 semanas:
Tu hijo (a) está en su período inicial de embriogénesis que va desde el óvulo fecundado que se divide en múltiples células, las que se van especializando en formar cada tejido del cuerpo. Es un ciclo muy importante porque es aquí es donde ocurre la mayoría de los problemas -muchas veces graves- en el desarrollo que lleven a una malformación.
Embarazo de 5 semanas:
Ecográficamente es posible reconocer en el interior del útero, el saco gestacional, mientras que su tamaño es casi como una semilla de sésamo.
En esta instancia está formado por células que, más tarde, formarán sus tejidos y órganos. De hecho, su sistema circulatorio ya se está formando.
Por otro lado, a las 5 semanas, la placenta y el cordón umbilical ya están empezando a funcionar, llevando oxígeno y nutrientes a tu hijo.
Embarazo de 6 semanas:
En este período ya existe un embrión que mide de 2 a 3 milímetros. Tiene cabeza y un corazón que late, con un sistema circulatorio muy primario. Es posible reconocer una pequeña vesícula (saco vitelino) en la cual el embrión fabrica los primeros glóbulos rojos.
La visualización del embrión ya es posible desde el final de la semana 5, o el inicio de la semana 6, y los latidos del corazón visibles en la ecografía son habitualmente después de la semana 6.
Embarazo de 7 semanas:
Antes de las séptima semanas puede que se vea el saco gestacional sin un embrión en su interior. No te asustes, ya que puede que sea aún muy pequeño para ser visto. ¡Paciencia!
Embarazo de 8 semanas:
Entre las sexta y las décima semanas se forman esencialmente todas las estructuras internas y externas del adulto. A las 8 semanas, el embrión mide 20 milímetros. Empiezan a definirse mejor las facciones humanas. La cabeza aparece muy grande en relación con el cuerpo. Los ojos están cubiertos por una piel intacta que se abrirá posteriormente para transformarse en los párpados. Tiene brazos y piernas, aunque las manos y los pies aún no están completamente formados. El feto ya se mueve, aunque no pueda sentirlo.
Embarazo de 9 semanas:
A esta altura comienzan a aparecer las rodillas y los codos, mientras que sus costillas ya se están desarrollando para cubrir sus delicados órganos internos.
Si en la primera ecografía viste una cola, en esta etapa comienza a desaparecer. Además, su sistema nervioso ya se está conectando con todo el cuerpo, realizando pequeños movimientos, imperceptibles para tu.
Embarazo de 11 semanas:
Entre la semana 11 y 14 se realiza el segundo examen, generalmente por vía abdominal, entre las 11 y 14 semanas de embarazo. Esto, con el fin de evaluar la anatomía fetal y descartar anormalidades estructurales importantes.
También se puede detectar el riesgo de algunas anomalías cromosómicas mediante la medición del espesor del tejido de la región nucal o translusencia nucal, la presencia del hueso nasal, el flujo en el ductus venoso, entre otros. Durante este examen se puede llegar a conocer el género, el que se confirma tras la semana 18 a 20 o quinto mes.
Embarazo de 12 semanas:
El feto es fácilmente reconocible como ser humano, con una cabeza aún grande, manos y pies formados y brazos proporcionados para su cuerpo. Se pueden ver las costillas y las vértebras de la columna.
Embarazo de 13 semanas:
Tu hijo (a) ya tiene uñas y ya se mueve vigorosamente. Cierra los puños y puede abrir la boca. Se han formato todos los órganos internos y algunos ya funcionan. Tiene algunos reflejos, por lo que se mueve si tocas tu vientre, sin embargo, aún no podrás sentirlo. Mide aproximadamente 7 cm.
Embarazo de 15 semanas:
Tu hijo (a) ya mide unos 10 cm de cabeza a cola y se moverá libremente en la cavidad uterina. A esta altura sus órganos ya están formados y queda completar su desarrollo en crecimiento y maduración funcional hasta completar el embarazo.
Embarazo de 16 semanas:
Tu hijo (a) sigue creciendo. La piel se ha engrosado y se cubre de un fino vello llamado lanugo. Aparecen las cejas y las pestañas y ya está midiendo entre 21 y 22 cm.
Embarazo de 18 semanas:
A esta altura del embarazo ya puedes confirmar el sexo de tu guagua, sin embargo, es probable que tu médico prefiera esperar un poco más. ¡Falta poco!
Embarazo de 20 semanas
Sus movimientos son cada vez más fuertes y la mamá ya los puede sentir. Comienza a crecer pelo en su cabeza y los ojos son prominentes, ya que aún no se ha redondeado la cara.
Parece un poco delgado, pero comienza a depositarse grasa bajo su piel, lo que le dará un aspecto de niño sano.
Embarazo de 22 semanas
Al final de este período (22-24 semanas) ocurre habitualmente el segundo importante control donde se puede confirmar el sexo (esto puede ser en realidad desde la semana 16-18), verificando que su anatomía esté bien y, así, realizar algunas predicciones de riesgo de problemas en el embarazo.
Embarazo de 23 semanas
La piel se cubre de una sustancia grasa protectora llamada unto sebáceo que protege la piel dentro del útero y que se une al pelo.
Embarazo de 24 semanas
Ya puede abrir sus ojos y escuchar los sonidos. Las palmas de las manos y las plantas de los pies tienen surcos reconocibles e, incluso, huellas digitales. Los órganos detales están bien constituidos y de un tamaño adecuado para que puedan ser explorados con detalle por el ecografista.
Al final de este período (24 semanas) puede pesar un promedio de 750 gramos.
Embarazo de 25 semanas
A esta altura tu hijo (a) mide 20 cm aproximadamente y se cree ya escucha. Algunos papás inician un plan de estimulación con música, o simplemente les habla. Inténtalo.
Embarazo de 26 semanas
A esta altura tienes que programar el siguiente examen. Aquí se estudia en detalle la anatomía fetal y la irrigación uterina placentaria. Pueden ser diagnosticadas la mayor parte de las alteraciones anatómicas severas, como también crecimiento fetal, características de la placenta, entre otros.
Gracias a este examen, también se puede determinar el riesgo de un parto prematuro, mediante la medición del cuello uterino por vía transvaginal.
Embarazo de 27 semanas
Tu guagua se sigue desarrollando en maduración de órganos, especialmente el sistema nervioso. Tu ginecólogo vigilará que el crecimiento fetal esté de acuerdo a los esperado.
Embarazo de 28 semanas
El feto crece y crece. Sus movimientos son más frecuentes y visibles, especialmente, cuando estás acostada.
Pesa aproximadamente entre 1.000 y 1.200 gramos y mide 35 centímetros. En los siguientes meses, el feto crecerá, ganará peso y madurará en forma importante, creándose las mejores condiciones para adaptarse a la vida extrauterina.
Embarazo de 32 semanas
El niño engorda a sus anchas. Pesa entre 1.800 y 2.000 gramos y mide entre 40 y 42 centímetros.
La piel se engruesa por el depósito de grasa que le servirá de aislante al nacer. Puede que comience a seguir pequeñas contracciones del útero, no te alarmes, tu hijo se prepara para el gran día.
Aquí se realiza el cuarto examen para ver el crecimiento, talla y vitalidad de tu hijo. Además, ya es posible ver la proyección de peso al término del embarazo.
Embarazo de 33 semanas
Tu hijo (a) cada día está más desarrollado y con piel más gruesa. A las 32-34 semanas pesa cerca de 2 a 2,4 kilos, por lo que -de nacer- tiene altas probabilidades que todo salga bien... pero aún es mejor esperar.
Embarazo de 34 semanas
Tu hijo (a) se está acomodando y puede que busque la posición denominada "cefálica". Esto es normal y no quiere decir que vaya a nacer antes de tiempo.
Embarazo de 35 semanas:
Es posible que inicie sus primeras incursiones en la pelvis buscando el canal del parto, lo que genera algunas bruscas sensaciones de compresión rectal (ganas de ir al baño) y vesicales. Si aún está con la cabeza hacia arriba no te preocupes, algunas guaguas se dan vuelta al final del embarazo.
Embarazo de 36 semanas
En este período se produce un incremento del peso y se completa el proceso de maduración pulmonar. La cabeza tiende a bajar hacia la pelvis y los movimientos disminuyen, pero nunca desaparecen (ya es muy grande y le cuesta más moverse dentro del útero).
Embarazo de 37 semanas
Cada día tu hijo (a) estará más maduro, en su piel, cerebro y pulmones. De nacer en forma espontánea, lo más probable es que sea perfecto. Asegúrate de tener un bolso listo en caso de tener que partir rumbo al parto.
Embarazo de 38 semanas
Comenzó la cuenta regresiva para el parto. Tu hijo(a) comienza a deshacerse de la capa de grasa que lo recubre y permanece en suspensión en el líquido amniótico, mientras que sus pulmones ya se están preparando para ese día. En esta etapa la placenta reduce la emisión de progesterona y fomenta la producción de oxitocina con el fin de regular las contracciones del útero y la dilatación.
Embarazo de 39 semanas
Ha crecido mucho durante los últimos días y seguramente se siente muy apretado, sin embargo, se mantendrá activo hasta el momento de parto. Sus órganos ya están desarrollados, pues ya se considera un embarazo de término. A esta altura el lanugo ha desaparecido en gran parte y sus uñas siguen creciendo. Por otra parte, sigue percibiendo estímulos desde el exterior, así que sigue hablándole y cantándole si prefieres.
Si eres madre primeriza y aún no sabes cuáles son las señales de parto, aquí te las indicamos.
Embarazo de 40 semanas
Son pocos los partos que llegan a fin. Si aún estás en esta semana, seguro te sientes muy cansada, pero ánimo porque falta muy poco. Tu hijo(a) ya se desarrolló y está en perfectas condiciones para vivir fuera del útero.
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