Almuerzo saludable en el colegio
Sin embargo, no es tan difícil, los expertos indican que debe ser lo mismo que el almuerzo de la casa, sin grandes cambios. Aquí, debes integrar ensaladas y un plato de fondo que incluya proteínas, carbohidratos y verduras, además una fruta para el postre.
Si estás pensando en una comida calienta, para evitar riesgos, una opción es llevar una ensalada fría como almuerzo, siempre y cuando contenga verduras, carbohidratos o cereales y proteínas. Un ejemplo puede ser una ensalada de hojas verdes, como lechuga, y tomate con choclo(cereal) y pollo picado. Ese es un buen almuerzo.
Si tu hijo es muy delgado, tienen problemas de sobrepeso o les cuesta comer en el colegio, se pueden hacer algunos cambios que los ayuden a alimentarse mejor. Si almuerza cerca del mediodía, sale a las tres de la tarde del colegio y llega pronto a su casa, puede cambiar la once por el almuerzo. Así, comer de almuerzo algún sándwich con vegetales y proteína y un lácteo descremado y luego almorzar en la casa.
En estos casos, después del almuerzo en la casa, se puede comer una fruta o un yogur cerca de las cinco de la tarde y cenar antes de las nueve. Pero no todos los escolares tienen los mismos requerimientos: depende de la edad, si es hombre o mujer y de la actividad física.
Consejos para que los niños no vuelvan con la comida intacta en termos o loncheras:
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Hay que considerar respetuosamente -dentro de lo posible- las preferencias de los niños. Los padres deben permitirles variar su aceptación, opciones e ingestión de alimentos, además de asegurarse de favorecer un ambiente propicio y relajado durante las comidas.
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La atmósfera adecuada es crucial en esta etapa, ya que sus patrones alimentarios dependen en gran medida del ambiente físico y social. No debe ejercerse presión para comer, apresurar o terminar los alimentos.
La importancia de la colación
Lo ideal es alimentarse cada cuatro horas. Entonces, si tu hijo tomó desayuno a las 7:00, a las 10:30 necesita comer algo para aguantar hasta el almuerzo, que es a las 13 horas o después.
La colación debe ser saludable: una fruta, un lácteo descremado o un sándwich pequeño con un poco de proteína, como jamón de pavo o quesillo.
Saltarse la colación puede hacer que el menor llegue con más hambre a la hora de almuerzo y coma más de lo que necesita. Además, si no come nada hasta después de la una de la tarde, en clases perderá concentración porque tendrá hambre y estará pensando en qué comer.
Ojo que la colación de la mañana no es una comida más, y tampoco debes enviar una colación para cada recreo.
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