Niños al colegio
Lo cierto es que el inicio del año para los preescolares, no siempre es tarea fácil. ¿Cómo lograr que este sea lo más amigable posible? Para esto, te entregamos una completa pauta de ayuda:
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Incorpora con tiempo la nueva rutina. Comienza poco a poco a acostumbrar a tu hijo a un nuevo horario para despertar, almorzar, dormir la siesta e irse a acostar. Eso contribuye a que la transición sea más fácil.
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Involucra a los niños. Si es posible, deja que elijan su ropa, preparen su colación y escojan un juguete apropiado para ayudarlos a sentirse más seguros.
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Trata de que expresen sus temores o preocupaciones. Hazles saber que es normal estar un “poco nerviosos”, pero ayúdalos a que vayan dejando de lado sus miedos.
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Mantén siempre una actitud positiva. Sobre todo, en el caso de los hijos mayores. Los padres suelen tener sentimientos de aprensión, que pueden transmitir a sus niños. Trata de evitarlos y deja a tus hijos en la mañana siempre con un abrazo y una sonrisa. Eso les ayudará a crear sentimientos positivos acerca de la nueva experiencia.
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Cada cosa en su lugar. Dispón un lugar especial en la casa donde los niños puedan guardar sus mochilas, lonchera y parka. Establece una rutina donde se hagan responsables de ordenar sus cosas cada día. Además de fomentar su sentido de la responsabilidad, las mañanas serán menos apresuradas.
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Cuento de buenas noches. Si ya tienen el hábito de leer todas las noches, continúa. Incluso, puedes pedirle a la profesora que te sugiera nuevos libros. Compartir un momento al final del día tiene innumerables beneficios, no sólo fomentar el lenguaje y la lectoescritura, sino también ser una instancia donde se puede conversar acerca de cómo se sintieron en el jardín o colegio.
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Horarios. Es bueno que los primeros días los niños vayan por períodos cortos, y se vayan prolongando en forma progresiva. Además, es importante llegar con tiempo en la mañana (no entrar atrasados) y ser muy puntuales a la hora de pasarlos a buscar.
¿Cuándo preocuparse?
Si transcurrido el período normal de adaptación, tu hijo presenta cambios de ánimo, irritabilidad y otro tipo de síntomas por dos o más semanas, es importante solicitar una evaluación por parte del pediatra o un especialista, para descartar un trastorno adaptativo. Algunas señales de alarma son:
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Si las semanas pasan y el niño sigue llorando, evita salir de la casa o no quiere despegarse de sus padres cuando llega el momento de despedirse.
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Si muestra signos de estrés en la casa, como cambios en su alimentación, problemas de sueño o control de esfínteres.
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Si no ha hecho amigos después de varias semanas de estar en clase.
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Si la profesora le dice que la tristeza durante la jornada llega a tal punto que no le permite interactuar con otros niños o participar de las actividades grupales.
No lo olvides: Autonomía, identidad, autoestima, son habilidades claves en el desarrollo de esta etapa.
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