Sin miedo al doctor
Con estas amenazas, sólo van a conseguir atemorizar a los niños y que se formen una imagen errónea de las visitas al pediatra. Si lo que se buscar es marcar límites de autoridad, lo menos idóneo en educación es infundirles miedo.
Por esta razón, lo ideal es que los niños vean al doctor como algo normal y que no sólo van a “sufrir”, sino que también van a tener la posibilidad de pasarlo bien. Es importante, entonces, que lo vean como un amigo que vela por su salud, que lo analizará para que se sienta bien, para que pueda salir a jugar y crecer sano.
A ello, debes sumar la conversación inicial, contándole que lo van a medir, pesar, revisar la boca u oírle el pecho si está tosiendo.
Otro punto relevante es que los niños deben sentirse acogidos por el pediatra, para lo cual es importante que éste les hable de forma cariñosa. En este sentido, es importante que ellos también expliquen a los niños lo que están haciendo, dejando para el final lo que pueda resultar más invasivo. También es importante felicitarlos, decirles lo grandes y valientes que fueron y, en la medida de lo posible, darles un premio (como un sticker).
Una buena estrategia es comprarles un kit de doctor, de tal manera que aprendan lo que van a vivir en la consulta, mediante el juego.
Recomendaciones
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No llevar engañados a los niños: Si les decimos a nuestros hijos que vamos a ir a pasear y llegamos a la consulta del doctor, ellos asociarán que no le dijeron la verdad “por algo” y eso sólo aumentará sus aprensiones.
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Hablar en términos positivos: Que el niño asocie al doctor con algo positivo, que le hace bien.
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Ante un examen, hablar siempre con la verdad: Explicarles que puede resultar un poco molesto, pero que es importante para ellos.
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Informarse bien antes de someterlos a algún procedimiento: Si los niños ven nerviosos a sus padres o perciben incertidumbre, sentirán que algo malo les va a pasar. Hay que transmitirles confianza.
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Que expresen sus emociones: Dejar que el niño pueda llorar o reclamar si algo no les gusta, sin minimizar sus sentimientos.
Acompañarlos: No aprovechar el rato que van a entrar a la consulta para ir a comprar el bono o hacer una llamada por teléfono. Los niños necesitan la seguridad de que van a estar siempre a su lado.
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