La llegada de un segundo hijo
La llegada de un segundo hijo puede ser tan feliz y especial como la del primero, sin embargo, ahora hay que preparar al hermano mayor. ¿Cómo lograrlo?
Cuidar de dos niños no es fácil y puede resultar abrumador. Evidentemente, como mamá tendrás menos tiempo y estarás más ocupada. Es posible que regreses a las noches sin dormir y que, muchas veces, las tensiones de cada día te superen. Sin embargo, ¡no te preocupes! Todo esto es normal, todas las mujeres pasan por lo mismo y debes tomarlo como parte del proceso.
Entonces, ¿cuándo tomar la decisión de un segundo hijo? Los estudios demuestran que la diferencia óptima entre hermanos es entre 18 a 60 meses. ¿5 años? Si los embarazos son muy seguidos, se puede sufrir de hipertensión arterial o preeclampsia. O sea, si son muy seguidos o muy separados, pueden aumentar los riesgos. Esto, porque la mujer sufre muchos cambios durante el embarazo, tanto físicos como emocionales con el fin de cubrir las necesidades del desarrollo del niño en formación, del parto y posterior lactancia. La vuelta a la normalidad del organismo es paulatina, necesita de un período de recuperación.
De esta forma, cuando los hijos tienen muy poca diferencia de edad, la mamá no tiene tiempo suficiente para reponerse nutricionalmente, ni tampoco ha logrado recuperar sus reservas de calcio, hierro y folatos. Se produce un déficit que puede favorecer futuras complicaciones. Además, si el parto precio se resolvió por cesárea, hay que darle tiempo a la cicatriz del útero para que esté firme y puede enfrentar un nuevo embarazo.
El hermano mayor
Es importante saber que no hay una forma correcta o incorrecta de explicarle a un niño la llegada de un nuevo miembro a la familia. Tampoco hay un momento que sea el "más" apropiado. Sin embargo, lo mejor es darle la noticia lo antes posible para que se haga la idea. Por eso, si comienza a hacer preguntas sobre cómo y de dónde vienen los niños, hay que darle la explicación más clara y sencilla posible.
Además, para que el mayor se sienta parte de lo que está sucediendo en su entorno, una buena idea es llevarlo a los controles, hacerlo partícipe de las ecografías y que ponga su mano en el abdomen de su mamá para percibir los movimientos de la guagua. En definitiva, que se sienta totalmente involucrado.
Jamás hay que dejar afuera al hermano mayor. Si queda excluido y además siente que le van a ocupar su espacio, comienzan los celos. Y eso es complicado. También hay que evitar los cambios radicales, por lo que se aconseja ir armando la pieza de la guagua de a poco y no cambiar mucho las rutinas.
Cuando nace el hermanito, hay que darle pequeñas tareas, en la medida que sea posible, para que sienta que está ayudando y que está cuidando de él. Así, y dependiendo de su edad, podrá ir a buscar los pañales, llevar el coche, hablarle o ayudar a vestirlo. Hay que estimular que quiera y que acepte a su hermanito y para eso es importante que se sienta integrado en el proceso.
Los cambios
Es posible que el hijo mayor experimente diversas emocionales tales como celos, entusiasmo e incluso rencor. Los niños pequeños no pueden verbalizar sus sentimientos y a veces manifiestan regresiones en su comportamiento.
Ojo si empiezan a chuparse el dedo, querer usar mamadera o chupete, o empezar a hablar mal. Los niños más grandes quizás expresen sus emociones poniendo a prueba la paciencia de sus padres, portándose mal haciendo rabietas o negándose a comer. Estas actitudes suelen ser transitorias, especialmente si se ha preparado al niño desde antes.
Si esto ocurre, es en gran parte para llamar la atención. Ante esto, los padres no deben ridicularizarlos. Por el contrario, deben conversar con el niño y reforzar el hecho de que él es más grande y que debe estar feliz con su nuevo rol. Si la conducta persiste y no es sólo para llamar la atención, una buena idea es llevarlo a un especialista.
Consejos para preparar al hermano mayor
• Mira fotografías de cuando él era guagua.
• Lee libros sobre cómo nacen los niños.
• Visita amigos que tengan niños pequeños para que los vea.
• Prepara juntos la maleta para irse a la clínica.
• Pregúntale qué nombres le gustan para su hermano.
• Invítalo a que te acompañe al doctor para que oiga los latidos del corazón de su hermano.
• Si tu hijo no muestra ningún interés por la guagua, no te preocupes no lo fuerces. Tal vez necesita más tiempo.
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