Chupete
Existe bastante controversia acerca del uso del chupete. Deben saber que la decisión final es del papá y la mamá. Sin embargo, es importante que se informen de cuáles son las recomendaciones de su utilización.
En los primeros días de vida, el recién nacido no necesita nada más que el pecho de la mamá. Si le dan chupete a su hijo, antes del mes, podrías interferir en la lactancia. Esto porque afecta en el patrón de succión del recién nacido al pecho.
En el caso del chupete de la mamadera o biberón, cambia el mecanismo para tomar papa y va perdiendo la habilidad para acoplarse al pecho. Como consecuencia de esto, podría aparecer dolor en las mamas de la madre y, posteriormente, grietas en el pezón.
Con el chupete de entretención la guagua succiona por un largo periodo, con el fin de obtener leche. Entonces, como no lo logra, cuando llega la hora del pecho ya está cansado.
Si es que el recién nacido llora lo más probable es que quiere tomar papa, porque tiene hambre. Hay mamás que no entienden esta señal y se produce una confusión con el uso del chupete. La indicación es que se permita el pecho de libre demanda, para así establecer una buena producción de leche. Distanciar las tomas solo limitará la disponibilidad de leche para la guagua.
Lo recomendable es que el uso de chupete se establezca después del primer mes de vida, siempre y cuando la lactancia esté bien establecida, con el fin de no interferir su proceso normal. Sin embargo, al año de edad se debería eliminar el uso de este accesorio, porque se asocia mayor riesgo de infecciones. Además, puede provocar deformaciones en el paladar y en la arcada dentaria.
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