Los valores de presión arterial (PA) en los niños son un indicador de riesgo de ser hipertenso en la vida adulta, y por lo tanto una correcta intervención en los estilos de vida precozmente, puede significar una reducción en la incidencia de hipertensión arterial (HTA) a futuro.
La etiología de la hipertensión arterial es multifactorial, con incidencia de factores genéticos y ambientales, dentro de los cuales se encuentran como factores de riesgo, el aumento en la dieta del consumo de sodio, el sobrepeso, obesidad y el estilo de vida sedentario. Por esta razón, una adecuada y equilibrada alimentación es fundamental como medio para lograr una reducción de la presión arterial.
Los hábitos de vida saludables han demostrado ser beneficiosos para lograr descensos en las cifras de PA, además, se disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular, diabetes mellitus tipo 2, enfermedad renal crónica y accidente vascular encefálico.
Es por esto que la prevención debe comenzar desde los primeros meses de vida con el fomento de lactancia materna, indicaciones de alimentación saludable, además del control seriado de peso, talla y PA, por lo menos desde los tres años de edad.
Los estilos de vida saludable recomendados son:
- Mantención del peso corporal en rangos normales para la edad y desarrollo de cada niño o adolescente.
- Actividad física aeróbica en forma regular, mínimo tres veces por semana.
- Reducir el consumo de sodio en la dieta.
- Mantener una ingesta adecuada de potasio en la dieta.
- Consumir alimentación con bajo contenido en grasa total y especialmente en grasas saturadas.
- Evitar o limitar, en los adolescentes, el consumo de alcohol.
El sodio es el nutriente más relacionado con la hipertensión arterial. Varios estudios han demostrado como la reducción en la ingesta de sodio se relaciona con la prevención y el tratamiento de la hipertensión arterial.
La reducción en la ingesta de sodio no sólo se limita a restringir el uso de sal de mesa, sino también el consumo de alimentos ricos en sodio como lo son los alimentos procesados.
Por esta razón es de vital importancia que los individuos con hipertensión aprendan a leer las etiquetas nutricionales, para que de esta manera elijan aquellos alimentos que son bajos en sodio.
Conociendo cuáles son los factores de riesgo de HTA modificables en la niñez se pueden considerar estrategias para prevenirla en el adulto y, dentro de éstas, la alimentación y los estilos de vida saludables han adquirido un rol fundamental como medio para lograr una reducción de la PA.