La acidez es un síntoma que el paciente describe como sensación de jugo de limón o vinagre en la parte alta del abdomen (boca del estómago), o incluso en la garganta, y que suele aliviar al comer algo o tomar algún antiácido. Es diferente del ardor, que es una sensación de fuego en las mismas zonas descritas.
¿Por qué se produce?
El estómago produce permanentemente ácido clorhídrico, que es una sustancia muy fuerte y es necesaria para la digestión de los alimentos. El estómago está diseñado para protegerse a sí mismo de la corrosión de este potente ácido. Cuando se produce en mayor cantidad o cuando tiende a subir hacia el esófago (órgano que no soporta este ácido), se puede producir acidez.
¿Puede ser síntoma de algo más serio?
La acidez, sobre todo si es persistente en el tiempo, puede traducirse en una enfermedad orgánica del tubo digestivo alto. Entre las más frecuentes: gastritis, úlcera gástrica o duodenal y reflujo gastroesofágico.
¿Se relaciona con alimentación o hay otros factores que la producen?
Ciertos alimentos irritantes (algunos condimentos y el exceso de alcohol) pueden también producir acidez y es típico que este síntoma aparezca después de una ingesta exagerada de alcohol o de una comida copiosa. La nicotina es otro conocido factor productor de acidez en muchas personas. Los antiinflamatorios, por su parte, pueden producir tanto gastritis como úlceras.
¿Hay personas con mayor predisposición a sentirla?
Los grandes fumadores y aquellos bebedores exagerados de alcohol tienen más tendencia a tener acidez, como también los usuarios de fármacos irritantes del tubo digestivo, como antiinflamatorios y, muy especialmente, ácido acetilsalicílico.
¿Por qué las embarazadas sufren más de acidez?
En el embarazo hay dos factores que pueden producir acidez, especialmente en el último trimestre del mismo. Por un lado, el aumento de la presión dentro del abdomen comprime en cierto modo el estómago y produce paso de ácido hacia el esófago. Pero más importante es el aumento de la progesterona, hormona que se sabe es un relajante del esfínter que existe entre el esófago y el estómago. Este esfínter es el que impide que se produzca reflujo hacia el esófago.
¿Cuándo debe ser motivo de consulta médica?
La acidez, como síntoma aislado y fugaz, es muy frecuente y en general cede solo. Su persistencia, incremento, y especialmente si aparece en la noche, despertando al paciente, o si se acompaña de otros síntomas como dolor abdominal, ardor, síntomas respiratorios, alteración del apetito, etcétera, deben hacer consultar al paciente.
¿Qué tratamientos existen hoy en día?
Con respecto al tratamiento, éste debe estar enfocado hacia su causa. Hay que recalcar que la acidez (persistente) es un síntoma, vale decir, un aviso de que algo está ocurriendo.
Como las grandes causas de ella están en esófago, estómago y duodeno, el ideal es investigar estos órganos mediante una endoscopía digestiva alta, examen que se realiza en forma ambulatoria con sedación y que permite investigar la bacteria helicobacter pylori y practicar biopsias en caso que se requiera. Existen otros métodos o diagnósticos, además de la endoscopía, para aquellos pacientes que persisten con el síntoma y que la endoscopía no revela grandes alteraciones. Estos estudios permiten detectar, por ejemplo, reflujo gastroesofágico que no ha dado alteraciones visibles con la endoscopía pero que al paciente le provoca muchos síntomas. Se trata de la pH metría de 24 horas y de la impedanciometría. Todos estos procedimientos están disponibles en Clínica Las Condes. Una vez establecido el diagnóstico causal de la acidez, se procede al tratamiento con diferentes fármacos que van a disminuir la producción de ácido del estómago o bien, a neutralizarlo.