Muchos padres compran un celular a sus hijos para estar comunicados con ellos. Sin embargo, ¿cómo evitar que este inofensivo artefacto se convierta en un problema que repercuta en el menor?
Los niños y jóvenes actuales que, según los expertos, forman parte de la Generación Z nacen y conviven con la tecnología a temprana edad. Televisores, computadores, consolas de videojuegos y celulares son sólo algunos de los ejemplos de estos artefactos que nos acompañan en la vida diaria. Este último se ha convertido en una necesidad para miles de padres que, preocupados por la seguridad y comunicación continua con sus hijos, deciden comprar uno.
De acuerdo con la doctora Flora de la Barra, psiquiatra de niños y adolescentes de Clínica Las Condes, la edad apropiada para que los niños utilicen el teléfono móvil es a partir de los 10 años. “A esa edad, el desarrollo del niño ha madurado lo suficiente como para que pueda administrarlo con indicaciones de los padres”, dice la especialista. Lo importante es también que los profesores estén al tanto de la existencia del celular, para que puedan ejercer un control.
Padres y profesores
En este sentido, los formadores de los pequeños deben incentivar una cultura de uso sano del celular en el curso, por ejemplo, enseñándoles a ser responsables y estableciendo reglas. “El que lo usa equivocadamente jugando en clases lo debe dejar en el escritorio del profesor(a)”, ejemplifica la especialista.
En el caso de los padres, se aconseja que supervisen las actividades realizadas por sus hijos en el hogar, teniendo en claro que si es bien utilizado, puede ser una herramienta de desarrollo cognitivo, de disciplina y conversación. Al contrario, si es utilizado en exceso, puede privar a los pequeños de jugar cara a cara con sus compañeros, aprender conductas sociales y también puede repercutir en la atención a las explicaciones de los profesores, por ende, terminan por no aprender.
Peligros en la web
Para la profesional, es bueno que los padres estén al tanto de qué llamadas y/o mensajes reciben y envían sus hijos y su agenda de contactos o telefónica. Es recomendable revisar el celular delante de ellos, sobre todo entre los 10 y 12 años, manteniéndolos informados sobre los riesgos que existen en internet.
Sobre el acceso a redes sociales, la psiquiatra propone después de los 12 años como edad para que puedan tener cuenta, por ejemplo, en Facebook o Twitter. “Los adolescentes necesitan celular con acceso a internet y si lo usan bien, les sirve mucho en el aprendizaje”, recalca.
Razones positivas
• Para ponerse de acuerdo con los padres ante cambios de última hora, por ejemplo: “Ven a buscarme más tarde, porque me quiero quedar a entrenamiento” o “¿me das permiso para ir a estudiar a la casa de un amigo?”
• Para obtener información de internet que le sirva para lo que está estudiando en cualquier momento.
• Para revisar las tareas y fechas de pruebas de la página del colegio, si están disponibles.
• Para hablar con amigos desde la casa.
• Acceder a las redes sociales desde la casa.
Razones negativas
• Por moda o competencia con sus compañeros.
• Como parte de un consumo exagerado en que los padres le compran todo lo que el niño les pide, sin restricciones.
• Para mandar Whatsapp a sus amigos o jugar con el celular durante las clases.
• Para quedarse en el recreo jugando en vez de estar con los compañeros.
• Quedarse hasta tarde en la noche jugando o conectándose a redes sociales en horas que son de descanso.