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Embarazo

Embarazos múltiples

Durante los últimos años ha habido un aumento de embarazos múltiples en nuestro país. Esto, fundamentalmente por los avances de la medicina, entre ellas, las técnicas de reproducción asistida como la fertilización in vitro (fiv).

¿Qué es lo necesario? Las mujeres que esperan más de un niño generalmente necesitan realizar una visita con su obstetra con mayor regularidad con el fin de ayudar a prevenir, detectar a tiempo y tratar las complicaciones que se desarrollan con mayor frecuencia en una gestación múltiple. Generalmente se recomiendan dos visitas por mes durante el segundo trimestre, y una vez por semana durante el tercer trimestre.

¿Cómo se produce un embarazo múltiple?

Existen dos mecanismos. El primero ocurre por la división de un huevo en dos o más huevos idénticos (monocigóticos) que continúan independientemente su desarrollo dando como resultado dos o más embriones que comparten la misma carga genética y que por lo tanto tienen características físicas idénticas y el mismo sexo; son los comúnmente conocidos como gemelos.

El segundo ocurre cuando dos o más óvulos son fecundados por dos o más espermatozoides creando huevos diferentes (multicigóticos). Son los llamados mellizos, que tienen el parecido habitual entre dos hermanos, y pueden ser de distinto sexo.

Pautas alimenticias

Respecto de las pautas alimenticias, estas pacientes deben seguir las mismas indicaciones que cualquier mujer embarazada, incluyendo el aumento de la ingesta de calcio, ácido fólico, hierro y proteínas.

Si las mujeres en un embarazo simple deben aumentar la ingesta calórica en alrededor de 350 calorías, una mujer que espera más de un niño debiera incrementar ese requerimiento en sólo 40%. Es decir, el aumento no es el doble del que se requiere en circunstancias normales, sino que es levemente mayor. Sólo así se evita subir mucho de peso (no debiera ser más de 12 kilos) y sus consiguientes riesgos, como la hipertensión o la diabetes gestacional.

¿Puede practicarse ejercicio físico?

Si el embarazo se desarrolla con normalidad, no debiera existir mayor problema (considerando siempre ejercicios de bajo impacto, como yoga o natación). Lo mismo para la actividad sexual.

Algunos médicos van a recomendar a sus pacientes el uso de preservativos, ya que el semen posee prostaglandinas que pueden inducir contracciones. Pero si no hay problemas de útero irritable o alteraciones del cuello, no debiera haber mayores restricciones.

Llegó el día del parto

El parto de niños múltiples depende fundamentalmente de cuántos sean y la posición en que estén dentro del útero. En general, cuando son dos -sean mellizos o gemelos- si ambos fetos se encuentran en posición cefálica (con la cabeza hacia abajo) y no existen otras complicaciones, se puede realizar un parto por vía vaginal.

Ahora, si el primer feto se encuentra en posición cefálica pero el segundo no, lo más recomendable es practicar una cesárea, ya que así se evita un traumatismo obstétrico en el niño que no está en posición. Cuando son más de dos niños, la cesárea siempre es de elección.

Por otra parte, y debido a que en los partos múltiples existe mayor probabilidad de que se produzca inercia uterina: que el útero no se contraiga lo suficiente después del parto, es importante tomar medidas para prevenir hemorragias en forma precoz. En este sentido, es importante estar en manos de profesionales que tengan experiencia en este tipo de partos, que implican siempre un mayor riesgo.

Posibles complicaciones

En el género humano lo normal es concebir los hijos de a uno; por ello, todo embarazo múltiple se considera fuera de lo habitual. Y si bien esto no significa que necesariamente van a existir complicaciones, hay ciertas variables que los médicos constantemente deben monitorizar. Por ejemplo:

Síndrome de transfusión fetal: en los casos de gemelos monocigóticos existe el riesgo de la aparición de esta complicación, donde se produce una conexión entre los vasos sanguíneos placentarios de los dos bebés y puede ocurrir que uno de ellos reciba demasiada sangre y el otro muy poca.

Hipertensión inducida por el embarazo: las mujeres con embarazos múltiples son tres veces más propensas a desarrollar cuadros de hipertensión en el embarazo. Este trastorno suele desarrollarse en forma más precoz y suele ser más severo que en los embarazos de un solo bebé. También puede aumentar el riesgo de desprendimiento de placenta.

Anemia: los cuadros de anemia son dos veces más frecuente en los embarazos múltiples que en los simples.

Aborto espontáneo: existe un fenómeno denominado síndrome del gemelo evanescente, donde uno de los fetos desaparece (o se aborta espontáneamente), por lo general durante el primer trimestre. Esto puede estar acompañado o no de hemorragia. El riesgo de pérdida del embarazo es mayor también en los demás trimestres.

Parto prematuro: cuanto mayor es el número de fetos en el embarazo, mayor es el riesgo de parto prematuro (antes de las 37 semanas). Estos bebés suelen tener un bajo peso al nacer y pueden necesitar asistencia para alimentarse, respirar y mantener la temperatura corporal. Los bebés prematuros extremos, que nacen antes de las 28 semanas, son los más vulnerables. Para evitar un parto antes de tiempo puede ser necesario realizar reposo, que va desde una disminución de las actividades cotidianas hasta la prohibición absoluta de levantarse de la cama durante las 24 horas del día.

Hemorragia posparto: en los embarazos múltiples, la amplia zona que ocupa la placenta y la gran distensión del útero aumentan el riesgo de hemorragia después del parto.

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