Consejos para dormir y soñar posparto
Las mujeres después del parto no duermen, ni descansan lo suficiente. El cambio hormonal y la nueva etapa que están viviendo con su hijo serán factores que afecten en su sueño. Si no se preocupan de esto, podrían caer en una depresión postparto.
En el puerperio la progesterona, al igual que los otros niveles de hormonas femeninas, cae significativamente, lo cual ocasiona que las mamás estén con menos sueño y les cueste dormir.
Esto, sumado a que en madres primerizas las inquietudes abundan ¿Respira o no respira? ¿Estará cómodo? ¿Me podré hacer cargo de esta enorme responsabilidad? Los nervios, la angustia y el estar constantemente alertas también afecta.
Además, los recién nacidos, sobre todo en los primeros meses, tienen el ritmo circadiano desfasado. De las 24 horas que tiene el día, necesitan dormir 16 horas, en promedio. No siempre será de noche, también lo harán de día. Entonces, las mamás tienen que vivir estos meses a la disponibilidad de su pequeño.
Si bien, el periodo después del parto puede ser maravilloso, el problema surge cuando las mujeres no pueden mantener su patrón de sueño nocturno y están despiertas de día. Estarán más desconcentradas, olvidarán donde dejaron las cosas o si es que le dieron papa a su guagua.
Si es que persiste este estado, pueden llegar a tener algún trastorno de ánimo, como depresión. El nivel de sensibilidad y autoestima es bajo. La irritabilidad y los dolores de cabeza aumentan. En vez de disfrutar con el recién nacido, lo ven como una tremenda responsabilidad y se sienten incapacitadas.
Recomendaciones: higiene del sueño de la mamá
• ¡Olvídate del reloj! No importa la hora. Duerme al mismo tiempo que tu hijo.
• Si no puedes conciliar el sueño, trata de hacer noche. Cierra las cortinas, acuéstate en tu cama, tápate y descansa.
• No te quedes dormida en el sillón, en el suelo, ni con tu pequeño en la cama. Cada uno necesita su espacio.
• No veas televisión, ni revises el celular antes de dormir. Puedes poner una música ambiental o leer un texto liviano, que sea de fácil lectura.
• Pide ayuda para los quehaceres de tu casa. A tu pareja, mamá, hermana, amiga o alguien de confianza. No eres súper héroe, necesitas ayuda.
• A la vuelta del trabajo que tu pareja se haga cargo de la guagua (por lo menos por media hora). Es importante que entienda que la responsabilidad es de ambos y que tú también necesitas descansar.
• Limita los espacios. Fija horas de visitas para tus familiares y amigos. Sobre todo, en los primeros meses, cuando las guaguas son la novedad. Si no lo haces, siempre estarás rodeada de gente y nunca podrás descansar.
Si es que aún las mamás no son capaces de conciliar el sueño -a pesar de que el recién nacido duerme y han seguido estas recomendaciones-, deben pedir ayuda a un neurólogo.
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