Alergias Alimentarias
Manchas rojas en la piel, picazón, dolor abdominal, diarrea y problemas para respirar son algunos de sus síntomas.
Según explica la gastroenteróloga infantil de Clínica Las Condes, Mónica González, una alergia es una reacción desproporcionada del sistema inmunitario a una sustancia que puede ser inofensiva para la mayoría de la gente. Y esta respuesta alérgica se puede manifestar tanto en molestias leves como en problemas que podrían poner en peligro la vida de una persona. “Es importante señalar que las alergias están determinadas por la exposición al alérgeno, por la respuesta a los antígenos (anticuerpos) y por la condición genética”, destaca la especialista.
Los ocho culpables
Hay ocho alimentos que son los causantes de la mayoría de las alergias alimentarias: leche de vaca, soya, huevo, pescado, mariscos, maní, frutos secos y trigo. “La alergia a la leche de vaca y al huevo son las más frecuentes en niños pequeños, y pueden plantear grandes desafíos a los padres, ya que ambos productos se utilizan en muchos alimentos de consumo infantil”.
Por otra parte, la gravedad de los síntomas de una alergia alimentaria depende de la cantidad de alimento que se ingiera, de la cantidad de exposición que se haya tenido previamente y del grado de sensibilidad que se tenga al alimento.
Exámenes
Si existe alguna sospecha de alergia, lo más probable es que el médico indique algún examen.
Entre estos se cuentan:
- Prueba cutánea o prick: se pone una gota de la sustancia sospechosa en la cara anterior del antebrazo y se punciona con una lanceta. A los 15 minutos se observa si existe reacción cutánea. Si esta aparece, es positiva.
- Determinación de la IgE (inmunoglobulina) sérica específica o RAST: Se toma una muestra de sangre del niño y se comprueba la existencia de esta IgE específica contra el alimento. Si existe un determinado nivel de IgE, la prueba es positiva y se puede diagnosticar la alergia.
Es muy importante tener claro que ante las alergias alimentarias el único tratamiento comprobado es evitar el consumo del alimento. La buena noticia es que con un buen diagnóstico y las medidas preventivas adecuadas, la mayoría de los niños pueden mantener sus alergias bajo control y llevar vidas felices y saludables.
¿Qué es?
Una reacción anafiláctica
Se trata de una reacción muy intensa a un alérgeno y entre sus síntomas se incluyen dificultad para respirar, inflamación (cara, garganta, labios y lengua), una rápida baja de presión, exantema y urticaria. “Hasta 80% de las reacciones anafilácticas son desencadenadas por maní y frutos secos. También las pueden provocar el látex, los mariscos y los medios de contraste, entre otros agentes. Lamentablemente, esta es una condición de por vida”.
La única forma de no sufrir esta reacción es evitar el alérgeno y, lo más recomendable, andar siempre con adrenalina inyectable y dirigirse al servicio de urgencia más cercano.
Mitos del chocolate y el plátano
La alergia al chocolate –como tal– es muy poco común. Lo que generalmente provoca una reacción alérgica es la leche, los huevos, el maní, las nueces o el trigo con los que fue elaborado el producto.
También hay que estar atentos a la reacción alérgica cruzada que provoca el látex (presente en globos o guantes) en combinación con algunas frutas. Esta respuesta alérgica se produce por una sensibilización paulatina a alguna proteína similar al látex con frutas como plátano, palta, castañas y kiwi.
Si un menor tiene un padre alérgico, tiene 30% de posibilidades de serlo. Si el padre y la madre son alérgicos, esta cifra aumenta a 60%.