Las personas con diabetes están más propensas a tener infecciones en los pies, las que pueden causar problemas serios.
Por eso, es necesario desarrollar buenos hábitos para el cuidado de piernas y pies.
Consejos útiles
- Inspecciona tus pies todos los días.
- Lávalos diariamente con agua tibia y jabón. Sécalos completamente con un paño limpio y suave, especialmente entre los dedos.
- Aplica loción o crema con lanolina para suavizarlos. No la apliques entre los dedos.
- Corta las uñas después del baño, ya que en este momento están blandas y limpias. Corta la uña en forma recta para evitar daño a la cutícula.
- Si no alcanzas o no ves bien tus pies, debes visitar a un podólogo para que te corte las uñas.
- Usa zapatos suaves y que le queden bien a tus pies.
- Usa medias que no tengan costuras y que absorban bien la humedad, como por ejemplo, las de algodón.
Llama a tu médico o busca ayuda del especialista si:
- Tienes una infección, ampolla o lesión que no sana en 1 o 2 días.
- Tienes los pies fríos constantemente.
- Sientes picazón y tienes grietas entre los dedos.
- Sientes dolor o calambres en las piernas o pies.
- Tienes áreas con un color que no es el normal.
- Tienes uñas encarnadas.
- Tienes callos o juanetes.
El frío y el calor
No uses bolsas de agua caliente y otros medios de calefacción externa. Úsalos sólo para calentar las cobijas, pero retíralos antes de acostarte.
También puedes usar medias de lana durante la noche, pero sin elástico que presione la pierna.
En invierno, no permanezcas mucho tiempo de pie a la intemperie y, en verano, evita la transpiración excesiva de tus pies, entalcándolos y usando medias de material absorbente.
Recuerda siempre:
- No fumes.
- No subestimes tus lesiones.
- No te automediques.
- Examina tus pies diariamente.
- Lo que no duele, también puede ser grave.