Las glándulas suprarrenales son órganos de forma triangular que se localizan encima de los riñones. Son las principales responsables de la liberación de hormonas que tienen un efecto estimulante sobre el corazón, el flujo sanguíneo y la dilatación de las arterias.
Cada glándula suprarrenal se divide en una corteza externa y una médula interna. La corteza suprarrenal sintetiza hormonas esteroideas que mantienen la presión arterial y el equilibrio hidrosalino. La médula suprarrenal procede de las células nerviosas y es una fuente de catecolaminas (adrenalina y noradrenalina), las “hormonas del estrés” que aumentan la vigilancia, la fuerza y la rapidez ante situaciones de urgencia.
El síndrome de Cushing se caracteriza por una producción excesiva de cortisol, una hormona liberada por las glándulas suprarrenales que interviene en la respuesta al estrés y mantiene la presión arterial y la función del corazón, entre otras cosas. Su aparición es tres veces más probable en las mujeres que en los varones.
La causa más frecuente de síndrome de Cushing es un adenoma (tumor) benigno en una glándula suprarrenal que produce una cantidad excesiva de cortisol. Algunos pacientes presentan un problema similar denominado enfermedad de Cushing, que está ocasionada por un tumor de la hipófisis. El tumor genera corticotropina (ACTH), la cual, a su vez, indica a la glándula suprarrenal que produzca cortisol.
Otras causas menos frecuentes son el uso prolongado de corticoides (como prednisona) para tratar la artritis reumatoide, el lupus o el asma y tumores benignos o malignos ubicados en otras regiones del organismo que producen ACTH (síndrome de secreción ectópica de ACTH).