Los cánceres de cabeza y cuello suelen identificarse por el foco en el que se originan y, tradicionalmente, comprende la porción superior de las vías digestivas y respiratorias, tiroides, piel de cabeza y cuello, glándulas salivales, nariz y senos paranasales, oído y hueso temporal, cuello y metástasis en el cuello, sarcomas de cabeza y cuello, tumores de la base del cráneo y enfermedades otorrinolaringológicas en pacientes con tumores en otras partes del organismo.
En este caso, la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de los cánceres de cabeza y cuello varían en función del tipo concreto de cáncer.
Los síntomas generales incluye la hinchazón en cualquier zona de la cara, úlceras que no cicatrizan o bultos que no se desaparecen, parálisis de un lado de la cara, problemas para tragar o respirar, cambio en la voz o ronquera.
La presencia de uno o más de los síntomas citados no significa necesariamente que padezca un cáncer de cabeza y cuello. Sin embargo, es importante que consulte con su médico, ya que podrían indicar otros problemas de salud.