El cáncer de cerebro primario se origina en el parénquima del cerebro, la médula espinal o los nervios. Algunos tumores que surgen a partir de las envolturas del cerebro o la médula (meninges) también se consideran tumores cerebrales primarios.
Los tumores cerebrales metastásicos se han extendido a partir de un cáncer ubicado en otras partes del cuerpo, con mayor frecuencia pulmones, mama y colon.
Cabe destacar que el riesgo global durante la vida de padecer un tumor cerebral es inferior al 1%.
Los síntomas que experimenta un paciente con un cáncer de cerebro o tumor cerebral pueden variar según la localización y el tamaño del tumor. La mayor parte de los síntomas habituales se deben a un aumento de la presión intracraneal a medida que el tumor en crecimiento afecta a las estructuras circundantes, por lo que puede causar: dolor de cabeza frecuente, visión borrosa, náuseas y/o vómitos y cambios de personalidad o cognitivos.
Otros síntomas del cáncer y los tumores cerebrales son específicos de su ubicación, como convulsiones, alteración del habla, debilidad o entumecimiento en un lado y problemas de coordinación, equilibrio y movilidad.