Las glándulas paratiroides son glándulas del tamaño de una arveja situadas junto a cada esquina del tiroides en el cuello. Producen una sustancia denominada hormona paratiroidea (PTH), que controla las concentraciones de calcio y fósforo en la sangre. La PTH también ayuda a que el organismo sintetice vitamina D y a evitar que se pierda demasiado calcio en la orina.
La mayoría de las personas tienen cuatro glándulas paratiroides, si bien algunas pueden carecer de una o poseer una glándula adicional. A veces, las glándulas paratiroides están situadas en el interior del tiroides, el timo, el mediastino u otros lugares. Estas glándulas de ubicación anómala también pueden funcionar con normalidad.
El cáncer de glándulas paratiroides es extremadamente infrecuente y la mayoría de los casos se producen en personas con hiperparatiroidismo (HPT). Menos del 1% de todos los pacientes con HPT tiene cáncer en una de las glándulas paratiroides.
Esta enfermedad afecta por igual a ambos sexos y normalmente aparece en personas que se encuentran sobre los 60 años.
Entre los síntomas, hay que tener en cuenta signos como: bulto en el cuello, dificultad para hablar o tragar, debilidad muscular e incremento brusco de los niveles de calcio en sangre (hipercalcemia).