El cuidado de la diabetes en un viaje
En la actualidad, las personas con diabetes pueden disfrutar de muchas actividades que antes eran un problema. Desde una semana en la playa hasta recorrer Europa: la clave a la hora de viajar es planificar debidamente.
Las personas que sufren de diabetes, a diferencia de aquellos con otras patologías, no pueden simplemente tomarse unas pastillas o insulina por la mañana y olvidarse de su condición el resto del día. Cualquier alteración en la dieta, el ejercicio, el nivel de estrés u otros factores, puede afectar el nivel de azúcar en la sangre. Por lo tanto, a pesar de todos los avances en el tratamiento de la diabetes, la educación del paciente sobre su propia enfermedad sigue siendo la herramienta fundamental para su control.
Viajar, ya sea por motivos de trabajo o por placer, siempre es fascinante, sólo que al tener diabetes es necesario organizar el paseo teniendo en cuenta algunas medidas y ciertas recomendaciones.
Sugerencias
- Antes de iniciar tu viaje asegúrate que tu diabetes esté compensada.
- Lleva algún documento que te identifique como diabético. Si planeas visitar algún país de habla no hispana, ten un breve informe médico con tu tratamiento habitual, de preferencia en inglés.
- Porta medicamentos para todo el viaje, ya sean éstos orales o insulina. Además, es recomendable llevar dos medidores de glicemias (glucómetros), cintas para determinación de glicemias, cintas para cetonas(diabetes mellitus 1) y un kit de glucagón en caso de hipoglicemias severas. Se sugiere andar con estos objetos divididos entre el equipaje de mano y las maletas para que así, en caso de pérdida, se pueda contar con "reservas".
- Pídele a tu médico que te dé una receta de insulina o medicamentos para la diabetes, pues si hay una emergencia, ésta puede ayudarle. Es aconsejable llevar más de la cantidad suficiente de insulina y jeringas, para que así duren todo el viaje.
- Algunas aerolíneas tienen formularios especiales que deben ser llenados por tu médico previo al viaje (donde se detallan los medicamentos que subirán al avión). Consulta con anticipación y evita sorpresas en el momento de embarque.
- Controla el azúcar de tu sangre mientras viajas, es tan importante como cuando estás en casa.
- Siempre lleva contigo algún alimento fácil de transportar en el caso de que tu comida se retrase.
- Si viajas en avión, espera a que tu alimento esté en el pasillo antes de administrarte insulina, de lo contrario, si tu comida se retrasa, puedes experimentar una baja en el nivel de glucosa en la sangre.
- Si te administras insulina y vas a cruzar zonas horarias, evalúa tu itinerario, pues puede ayudarte a planear el horario de tus inyecciones mientras viajas. Para ayudarte en el seguimiento de tus inyecciones y comidas a través de los cambios de la zona horaria, mantén tu reloj con la hora de la zona horaria de tu casa hasta la mañana siguiente a tu llegada a destino.
- No coloques tu insulina en espacios muy calientes o muy fríos, como la guantera del auto, mochilas o equipajes que puedan ser expuestos al calor. Aunque la insulina no necesita refrigeración, no debe almacenarse a temperaturas extremas. Si te acomoda, hay envases para mantener la insulina.
- Lleva colaciones cuando vayas a excursiones o tours. No asumas que encontrarás alimentos en cualquier lugar.
- Anda con zapatos cómodos y cámbialos frecuentemente (usa dos pares por día), ya que generalmente, en los viajes se camina mucho y esto evitará la aparición de ampollas por el roce. Recuerda que hasta los zapatos conocidos pueden dar resultados desagradables. Nunca camines con los pies descalzos y en la noche examina tus pies buscando signos de inflamación: ampollas, cortes o enrojecimiento. Si llegaras a presentar una lesión, consulta a un médico.
- Durante el viaje en auto, barco o avión, camina unos minutos cada 2 horas o haz ejercicios de piernas en tu asiento para evitar problemas circulatorios en las extremidades inferiores.
Recuerda estos simples consejos del Centro de Diabetes Adulto y evitarás sorpresas inesperadas. ¡Buen viaje!