La masa grasa corporal secreta hormonas que pueden llegar a estimular el crecimiento celular y, con eso, el incremento del riesgo de varios tipos de cáncer.
El exceso de grasa acumulada en distintas partes del cuerpo está relacionada, de acuerdo a diversas investigaciones y experiencia clínica, al
cáncer de esófago, colon y recto, mama y páncreas. ¿Por qué? “A mayor cantidad de masa grasa, mayor será la concentración de estrógeno y más alta la probabilidad de aparición de esta enfermedad”, explica la doctora
Claudia Villagrán, nutrióloga de Clínica Las Condes, integrante del
Centro de Nutrición y Enfermedades Metabólicas.
El mecanismo, en tanto, está vinculado a que
ese exceso de grasa secreta hormonas y proteínas que pueden llegar a estimular el crecimiento y la reproducción celular, y con ella el riesgo de desarrollar cáncer. Entre esas hormonas se encuentra el estrógeno: “
el aumento de la concentración de esta hormona específica se ha asociado al riesgo de cáncer de mama y endometrio".
¿Y las proteínas? Al ser secretadas por la grasa acumulada pueden inducir a un estado de inflamación permanente
que se suma a una resistencia a la insulina que, consecuentemente, aumenta en el cuerpo. Las proteínas y la insulina son estimulantes del crecimiento y reproducción celular.
“La grasa que se acumula en la zona abdominal es más dañina que la que se deposita en caderas y piernas, porque es más activa en la producción de estos factores que inducen a la división celular: a mayor división, mayor oportunidad que se desarrolle el cáncer”, agrega la especialista.