La textura y olor pueden alejar a los niños, por eso, una solución para que lo ingieran es dárselos en pedacitos muy chicos y mezclados con la ensalada.
Elige los
pescados grasos y los mariscos pequeños. En el caso del pescado,
trata de no hacerlo al vapor, porque despiden más olor y, por ende, “sospecha de rechazo” en los niños. Y los mariscos,
córtalos muy chicos y mézclalos con la ensalada.
“Lo importante es hacer una aproximación poco a poco, porque las texturas y el olor los pueden molestar”, explica la
nutrióloga María José Escaffi, del Centro de Nutrición y Enfermedades Metabólicas de Clínica Las Condes, sobre los alimentos de origen marino, que están en la lista de “productos sospechosos” de los niños.
“Ojalá, al comienzo, sean camuflados, es decir, presentárselos de a poco, porque en el caso de los mariscos su textura “chiclosa” puede alejar a los niños y los pescados, al cocerlos al vapor, por ejemplo, despiden mucho olor”, agrega.
En cuanto a los mejores pescados (para niños y adultos),
los más recomendables son los llamados pescados azules, que son los más grasos. “Son los que tienen grasa muscular mayor al 5%, que aumenta el aporte de Omega 3, esencial en el desarrollo neuronal”, agrega la especialista y detalla que “
hay niños a los que se los está tratando con DHA, que es Omega 3, para el déficit atencional”.
Imprescindibles en algunos procesos biológicos, lo importante de los alimentos de origen marino es que, además de tener
proteínas y Omega 3, tienen vitamina A, vitamina E y, sobre todo la vitamina D, que actúa como una hormona, esencial para que el calcio se fije a los huesos. Además, está relacionada con la prevención del deterioro cognitivo, riesgo cardiovascular y el desarrollo de algunos cánceres”, detalla la nutrióloga.