Prediabetes
La prediabetes es un estado de mayor riesgo de presentar diabetes mellitas tipo 2 y está definido por valores de glicemia tanto en ayunas como a las dos horas de una infesta de 75 gramos de glucosa.
Datos
Una persona normal tiene menos de 100 mg/dl de glicemia en ayunas y menos de 140 mg/dl a las dos horas post carga de glucosa.
Es considerado diabético si tiene glicemia en ayunas de más de 126 mg/dl, repetido en más de una ocasión y/o más de 200 mg/dl a las dos horas post carga de glucosa.
En el caso de los prediabéticos, estos tienen glicemia en ayunas entre 100 y 126 mg/dl y/o entre 140 y 200 mg/dl a las dos horas post carga de glucosa.
Actualmente también se está usando como criterio diagnóstico de prediabetes la hemoglobina glicosilada, que es un examen que sirve para tener información respecto al promedio de la glicemia en los últimos tres meses.
Síntomas y causas
Lamentablememente la prediabetes es habitualmente asintomática, porque los síntomas característicos del aumento de azúcar en la sangre, como el exceso de orina (poliuria), el aumento de la sed (polidipsia) y el aumento del apetito (polifagia) se ven con glicemias más altas que las que definen este estado.
Con respecto a las causas, son generalmente multifactoriales, coexistiendo factores genéticos con los ambientales, como obesidad, sedentarismo, estrés, entre otros.
Por eso, es importante tener precaución porque una prediabetes puede evolucionar a una diabetes: esto no es necesariamente cierto si se actúa a tiempo con las medidas correctas.
Considerando los factores genéticos, todas aquellas personas con familiares de primer grado (hijos, padres o hermanos) con diabetes mellitas tipo 2 deberían hacerse un examen preventivo, así como también las personas sedentarias, con sobrepeso u obesidad. También aquellas mujeres que hayan tenido diabetes gestacional y que tengan antecedentes de hijos macrosómicos que hayan pesado más de 4 kilos al nacer de un embarazo de término.
Todas las personas que cumplan con alguno de los requisitos antes mencionados, deberían hacerse un examen de glicemia en ayunas y eventualmente una curva de tolerancia a la glucosa.
Tratamientos
El tratamiento se basa en cada caso, pero uno de los pilares fundamentales es el cambio de estilo de vida: con una dieta más saludable, baja de peso en caso de necesitarlo y aumento de actividad física con ejercicios aeróbicos frecuentes, a lo menos cuatro veces por semana.
En algunos casos, cuando coexisten morbilidades, el tratamiento no farmacológico se complementa con el uso de medicamentos del tipo de los insulinosensibilizadores. Sin embargo, es importante recalcar que están indicados sólo en algunos pacientes y que, como todo fármaco, no están exentos de efectos adversos.
Considerando todo lo explicado, lo más importante es la prevención de la obesidad con una dieta saludable desde la infancia, manteniendo un adecuado equilibrio en la ingesta de los diversos tipos de nutrientes e incentivando la actividad física.