La recomendación de los especialistas es no subirse a los tacos por sobre 3,5 centímetros. Esa altura en los zapatos es menos dañina para el cuerpo.
“Un taco de 3,5 centímetros es mucho más seguro que el de una altura superior… Es mucho más seguro para el apoyo del cuerpo en el pie”, introduce el doctor Marcelo Somarriva, del equipo de Traumatología y Ortopedia de Clínica Las Condes.
Pues claro, el zapato de taco alto -muy común en el ambiente laboral- estiliza las piernas femeninas, pero también puede generar daños en las rodillas, tobillos o pies. “Ahora, no es que ese taco sea el ideal, pero es el menos dañino que el que lo supera”, agrega el traumatólogo.
Zapatos más bajos
“Al usar un zapato más bajo se reduce la sobrecarga en la parte anterior del pie, porque con tacos sobre siete centímetros
se somete todo el peso del cuerpo en la zona de la cabeza de los huesos del dedo”, agrega el especialista.
De esta forma, los tacos altos,
además de los problemas de equilibrio, reparte de mala forma el peso del cuerpo: si bien el peso debiera ser uniforme en todo el pie, una altura elevada de un tacón recarga ese peso en los dedos.
“Por otro lado, promueve la
aparición de juanetes, luxación de articulaciones y en casos extremos fracturas por fatiga debido al exceso de apoyo”, detalla el doctor Somarriva.
En el otro extremo, los zapatos planos tipo hawaianas tampoco son los más adecuados, porque provoca mucha tensión en el
tendón de Aquiles. “Lo ideal es un taco muy pequeño que sostenga el arco interno del pie como una pequeña horma, evitando que vaya hacia delante y se afecte la parte media del pie”, explica.